Radio Tandil . "No hay palabras": los padres de Milagros Quenaipe pidieron justicia y pena de muerte para su asesino

César, padre de Milagros, comenzó expresando el impacto que tuvo la tragedia:

"No hay palabras para este momento. De todo lo que me está pasando a mí y a mi familia y en realidad a todos, a todos, a todos los que somos papá y tenemos chicos adolescentes. Si no, no hay palabra."

El hombre, que reside en Tandil desde 1999, recordó cómo ha cambiado la ciudad y la preocupación constante por la seguridad de los jóvenes: " Sí, ha cambiado mucho Tandil. Yo siempre me preocupé por... salí a la noche y le decís: 'Cuídense, cuídense. No anden en problemas, en cosas raras...'"

Sobre su hija, César destacó sus proyectos y personalidad: "Mili estaba cursando quinto año, había repetido un año, pero siempre con el proyecto de terminar la secundaria. Siempre alegre y tratando de terminar de estudiar. Le gustaba la cocina, de todo un poco, progresar, divertida, muy sociable."

El padre relató cómo vivieron los últimos momentos: "Ayer casualmente algunas de las amigas se arrimaron a casa. Estuvieron charlando más con mi esposa Yanina. Luna, la chica que estuvo hasta el último momento, esperó a la policía, a la científica, estuvo un rato largo. No se fue. Los otros dos chicos que estaban con ella se fueron al momento. Es un momento desesperante lo que pasó."

César describió la situación de violencia que terminó con la vida de Milagros: "Venían de bailar y se encontraron con una chica descompuesta... uno quiere ayudarla, llamarle una ambulancia, asistirla. Y después pasó lo que pasó, que este asesino vino. Ya había tenido un encontronazo con un chico a dos cuadras. Cuando llegó donde estaba Mili, le dio un puntazo a un amigo y después a Mili. Dio en el cuello y cayó. Gracias a Dios que nadie se puso violento para frenarlo porque si no hubiese sido terrible."

"El otro chico no avanzó porque sintió el pinchazo en la espalda y se quedó quietito, pero no fue a agredirlo. El tipo salió caminando. Después, gracias al accionar policial y de las cámaras, se pudo resolver rápidamente."

César también expresó su indignación y miedo frente a la justicia: "Yo si lo tengo frente a mí, lo mato. Que me disculpe la palabra, sé que es fuerte, pero a mí me mató en vida. Estoy muerto en vida desde el domingo. Lo peor que le puede pasar al ser humano no es estar preso, sino quitarle un hijo, y más cuando es adolescente."

Sobre la movilización que convocarán en memoria de Milagros, César indicó: "Vamos a pedir justicia. El sábado a las 18 nos reunimos en España y Rodríguez, y de ahí caminaremos hasta el Municipio. No es una marcha política, es por la memoria de Milagros."

Y agregó su agradecimiento a Tandil: "Vine a Tandil en 1999 buscando una vida. Me ha dado todo Tandil, lo económico y sentimental."

Finalmente, pidió penas ejemplares para el asesino de su hija: "Pido pena de muerte para esta persona."

Por su parte, Andrea, madre de Milagros, compartió los proyectos y el entorno de su hija: "Milagros quería ser peluquera, le gustaba cortar el pelo. Iba a Comercio. Tenía un grupo de amigos sano."

Y expresó su pedido de condena: "Pido lo mismo que el padre: pena de muerte para este asesino. No hay otra cosa."