Análisis . Jorge Duarte: "Una movilización importante, pero modesta"

Tras una jornada marcada por la movilización en Plaza de Mayo y diversos puntos del país, el escenario político sufrió un giro inesperado. El Gobierno nacional anunció que el proyecto de reforma laboral quedará en suspenso, al menos, hasta el mes de febrero.

Los motivos de la tregua: "Se alinearon los planetas"

Según Duarte, la postergación no se debió a un único factor, sino a una combinación de elementos que favorecieron a la central obrera. Aunque calificó la marcha en la Ciudad de Buenos Aires como "importante, pero modesta" en comparación con otras convocatorias históricas de la CGT, destacó que hubo negociaciones clave en el Senado.

"Se le alinearon los planetas a la CGT para tener una victoria que en la calle quedaban dudas de si podía obtener", explicó Duarte, mencionando el respaldo de los 28 senadores de Unión por la Patria y el acercamiento a otros bloques.

A esto se sumó lo que el periodista llamó "errores no forzados" del oficialismo, específicamente el fracaso en la aprobación del presupuesto la noche anterior a la marcha. "Si el gobierno aprende de esto y cambia la metodología de atropellar a todos en el ámbito legislativo, posiblemente tenga su reforma; si no, probablemente vuelva a fracasar en febrero", advirtió.

¿Qué está dispuesta a negociar la CGT?

Contrario a la idea de un rechazo total, Duarte señaló que desde la central obrera existe una apertura al debate, siempre que se respeten ciertos límites fundamentales.

· El límite infranqueable: La negociación por convenio colectivo de trabajo.

· Temas abiertos a discusión: La jornada laboral, el banco de horas (que ya existe en algunas actividades) y la adaptación de las nuevas tecnologías a las relaciones de trabajo.

"En la CGT todos te dicen: 'Nosotros estamos a favor de que haya una reforma... lo que no estamos dispuestos a ceder es la negociación por convenio colectivo'", precisó el especialista.

Gremios golpeados y un mercado laboral en cambio

Duarte también describió un presente complejo para las organizaciones sindicales, las cuales enfrentan una pérdida de poder real debido a la precarización laboral y la caída del empleo en sectores industriales clave como la UOM (con 30.000 puestos perdidos en dos años), el sector textil y la alimentación.

"Están muy golpeados. Cada vez representan a menos gente porque el mercado de trabajo tiende a la precarización y el trabajo informal es muy difícil de gremiar", analizó Duarte.

Además, mencionó que el alto costo de las medidas de fuerza para los trabajadores -quienes pierden premios y presentismo en un contexto de salarios ajustados- actúa como un fuerte condicionante para la toma de decisiones de la cúpula sindical.

El futuro de la reforma

El éxito del proyecto oficialista en febrero dependerá, según el periodista, de la habilidad del Gobierno para aceptar cambios estratégicos y escuchar a sectores que, incluso siendo afines, plantean recaudos sobre cómo definir las relaciones laborales para los próximos 20 años en el país.