2 de noviembre de 2024
"Al salir a la calle veías personas devastadas, escuchabas gritos y escenas que nunca imaginaste: personas llamando a sus familiares, buscando a sus madres. Una realidad muy triste", contó. Decidió quedarse allá y "empezar de cero" como todos los que viven en Paiporta.
Franco Poblete es tandilense y, hace dos años, decidió emigrar a España en busca de nuevas experiencias y un futuro diferente. Fotógrafo y chef, se presenta en sus redes sociales como un viajero. Este proyecto de vida lo ha llevado, desde hace algún tiempo, a establecerse en Paiporta, una de las zonas más afectadas por la DANA, el fenómeno meteorológico devastador que ha dejado angustia y luto en el país.
En medio de su viaje hacia Valencia capital, donde unos amigos le brindarán hospedaje, Franco conversó con Radio Tandil para compartir el impacto de esta catástrofe, que ha documentado en fotos y videos como parte de su labor de fotógrafo.
"Muertos, desaparecidos, pedidos desesperados de auxilio, cortes de energía y falta de alimentos fueron algunas de las escenas que presencié durante al menos 48 horas, hasta que empezó a llegar la ayuda del Estado", relató. En un momento, consideró regresar a Argentina, pero finalmente decidió quedarse y comenzar de nuevo, como muchos otros en la ciudad.
La Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA) castigó a la región con vientos, granizo y lluvias torrenciales que desbordaron ríos, rompieron compuertas y cubrieron calles. El agua arrastró vehículos, derrumbó casas y dejó la mayor cantidad de víctimas por desastre natural en la historia reciente de España.
"Fueron días y noches difíciles. A pesar de toda la situación, no nos fue tan mal porque vivimos en un cuarto piso, pero todo sucedió de sorpresa: empezó con un poco de lluvia, salimos a investigar porque yo no estaba trabajando ese día. No llegamos a hacer dos cuadras", contó Franco.
"El agua avanzaba a toda velocidad, era impresionante, como un tornado. Y a eso se sumaron muchos factores: se desbordó un río, se abrieron compuertas", añadió.
"Es duro dejarlo todo. Nosotros no tanto porque vivimos en un cuarto piso, pero tengo amigos muy cercanos que perdieron absolutamente todo. Vivían en plantas bajas, y en algunos lugares el agua llegó a los cinco metros. Todo en las plantas bajas desapareció."
Franco y sus amigos salvaron a una joven de unos 30 años que pedía ayuda en medio de la oscuridad. Escucharon sus gritos, la localizaron con la linterna del celular y lograron rescatarla.
Mientras llegaba la ayuda estatal, la prioridad era sobrevivir: encontrar agua y alimentos, incluso caminando largas horas. "Fuimos y volvimos caminando con comida y agua para las personas mayores o con problemas de movilidad, para ayudarlas un poco. En esa situación, con velas, tienes que acostarte cuando se va el sol y levantarte cuando sale. Es la cruda realidad. Incluso tuvimos que saquear supermercados, porque la cuestión era sobrevivir", narró.
"Imagínate que estás en tu casa y, de repente, pasa todo esto. Uno no está preparado. Entonces necesitas provisiones, agua, lo básico para vivir. Los primeros dos días no tuvimos respuesta del Gobierno, ni de nadie. Luego, gracias a Dios, sí llegó una gran movilización. La gente se solidarizó mucho. Es reconfortante sentir el apoyo, aunque al salir a la calle veías personas devastadas, escuchabas gritos y escenas que nunca imaginaste: personas llamando a sus familiares, buscando a sus madres. Una realidad muy triste."
"Ahora estamos yendo a Valencia capital. El Valencia Club y el Levante, junto a otros clubes de fútbol, se solidarizaron y están brindando alimento, agua y colchones para dormir. Tenemos amigos que nos están ayudando, así que nos quedaremos en sus casas."
"A veces surgen muchas preguntas en la cabeza, y hasta te planteas si deberías volver a tu país. Trabajo en un restaurante, y mi jefe lo perdió todo: el restaurante, su casa, sus coches. Como él, miles de personas están en la misma situación. ¿Te imaginas cómo será la reconstrucción? Llevará meses recuperar la normalidad. Esto va para largo."
Desde Tandil, su familia le pidió que regresara a Argentina en cuanto pudieron contactarse. Su mamá le insistió: "Lo primero que me dijo fue 'tómate un avión'", confesó Franco. "Entiendo que es la desesperación de un familiar, pero nosotros sabemos que la vida sigue. Gracias a Dios, estamos bien, y hay que seguir adelante. Elegimos emigrar hace dos años, y aquí vamos a seguir, luchando como todo el mundo. Creo que de eso se trata un poco la vida."
"Déjame estos últimos segundos para enviar un saludo a mi familia y amigos en Tandil y decirles que estamos todos bien", concluyó.
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Datos extraidos de Casas de Hoy