Sociedad. Una pareja tandilense se impuso en la Justicia y pudo casarse en "cuarentena"

"Matrimonio en tiempos de pandemia". La abogada María Luz Alonso le puso título y todo a esta historia de amor y derecho en una época donde lo habitual y normal ha sido puesto patas para arriba por el Covid-19.

Lo cierto es que a través de una cautelar que presentó la abogada se logró subsanar un detalle que la burocracia no había contemplado en la letra fría de la norma y que impedía, escuche bien... el casamiento.

Y gracias a eso, dos tandilenses se convirtieron en marido y mujer, con dos testigos a metro y medio y con sus amigos aplaudiendo por Zoom desde la puerta del registro Civil de Villa Italia. ¡Ah! El arroz no fue virtual. Aunque lo recibieron desde la distancia recomendada.

La norma

Desde el comienzo de la cuarentena, en la provincia de Buenos Aires rige el decreto de emergencia sanitaria que modificó absolutamente el funcionamiento de todas sus reparticiones. El Registro de las Personas, del que dependen los "registros civiles", no fue una excepción. Esta dependencia emitió la resolución 12/20 que suspende la atención presencial en todos los registros civiles y también el otorgamiento de turnos.

En otras palabras: no prohibía los casamientos... ¿pero cómo hacerlos sin entrar a los registros?

La beca

Llegaron dos jóvenes tandilenses al estudio jurídico de Alonso y le plantearon el problema: ella había sido becada para perfeccionarse en Estados Unidos, en la Universidad de Duke (Carolina del Norte). La oportunidad era única. De hecho, la universidad ya había contratado el alquiler de un departamento y los esperaba con la llave.

Pero la beca y la visa, para permanecer dos años en Estados Unidos, eran sólo para uno de ellos. El otro, él, debía ingresar como turista y sólo podría quedarse tres meses en el país. La única forma de que pudieran permanecer allí, ambos, los dos años, era que viajaran como matrimonio.

"La verdad es que el impedimento no sólo obturaba un proyecto profesional, sino también un proyecto familiar porque se trataba de algo que venían planeando hace mucho tiempo", contó Alonso

La cautelar

Luz Alonso llevó el caso a la Justicia. Enfrente tenía al Estado bonaerense, nada más y nada menos. Presentó una cautelar en el Juzgado Civil y Comercial Nº 1 y allí logró "transmitir" la necesidad de esta pareja de jóvenes tandilenses que precisaban que una de las principales dependencias administrativas de la Provincia les abriera las puertas e hiciera su trabajo.

Y lo logró.

"La verdad es que el juez José Zárate pudo entender, interpretar y reinterpretar las necesidades de estos jóvenes y ordenó la realización del matrimonio", destacó la abogada y elogió el trabajo tanto del magistrado como de su equipo.

Con la cautelar en mano y las sortijas en el bolsillo se presentaron en el Registro Civil de Villa Italia. Eran sólo cinco en el salón: los contrayentes, dos testigos y la autoridad. Del lado de afuera, y desde las ventanas, miraba el resto: familiares y amigos. Además, habían instalado una cámara adentro y compartieron la ceremonia por Zoom.

La cuarentena y sus demonios no pudieron con la emoción. Más allá de los riesgos, corrieron lágrimas. También hubo arroz que se tiró a distancia prudencial y fue lo más palpable entre tanta virtualidad.

Bueno, no. Lo más real fue lo que sucedió ahí adentro, porque también hubo beso y un compromiso que se ofrendó en las miradas antes de expresarse en la fórmula de rigor.

Ya ven, las historias con final feliz también son posibles en épocas de pandemia.

¿Y la abogada? También lloró por supuesto.

"Todos podemos mejorar los problemas de la gente en nuestro metro cuadrado", dijo luego de la ceremonia, en Radio Tandil. Una frase que encaja perfectamente en esta época.