17 de junio de 2017
Pasaron más de 24 horas y aún nada se sabe de Gisella Tapia Molina, la nena de 16 años que desapareció este viernes en Tandil.
La última vez que su familia la vio fue a las 7.20 de la mañana de ayer, cuando la adolescente abandonó su casa del barrio Villa Gaucho para ir a la escuela, como todos los días. A media mañana, desde el establecimiento llamaron para preguntar qué había pasado con ella, porque allí nunca había llegado. En ese momento empezó el calvario.
Los familiares se dirigieron de inmediato a la Comisaría Cuarta para hacer la exposición. A bordo de un patrullero, los efectivos los llevaron a recorrer los lugares que Gisella frecuentaba. No la encontraron. De regreso en la dependencia policial, dejaron asentada la denuncia.
La preocupación de la familia es mayúscula. "Nunca antes le había pasado algo así", dijo Patricio, tío de la adolescente, en diálogo con El Editor. Ningún indicio les permite inferir dónde podría estar ahora.
Al momento de su desaparición, Gisella vestía un buzo gris con cierre, bolsillos y pitucones verdes, característico de la escuela secundaria 14, además de una calza negra y zapatillas de lona de un color similar al de un jean.
Cualquier información útil debe comunicarse al 101.
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Datos extraidos de Casas de Hoy