Restaurantes. La mejor cocina de Tandil: Grupo Faro Verde ofrece su propio circuito gastronómico

Basilico Restaurante, ubicado dentro del Hotel Mulen, en el centro de Tandil.

Restaurante de la Cascada, en la Hostería de la Cascada, camino al tradicional paseo.

Restaurante Amaike, en el Hotel Amaike, zona Don Bosco.

Driving Range Bar, dentro del predio del Club de Golf del Valle de Tandil.

Cada local ofrece un perfil culinario distintivo. La Cascada se enfoca en una cocina más casera, "cocina de fuego". Los fines de semana encienden el domo para preparar platos tales como pescados a la parrilla, corderos y todo lo que pueda cocinarse al fuego. Por su parte, Amaike está más influenciado por la cocina francesa. Por la tarde, la estrella es el servicio de té y, los domingos, ofrecen un servicio de brunch, una opción que combina desayuno y almuerzo, comienza a las 12 del mediodía y ofrece servicio de cafetería, pastelería, un buffet con quesos, fiambres y salad bar, además de bruschettas, tartas, una opción de plato principal y postre.

Driving Range Bar: Su oferta es más de "minuta", platos rápidos y sencillos, pensados para el golfista que quiere salir a jugar lo más rápidamente posible.

El destacado: Basilico, sabor italiano con identidad tandilense

Basilico, cuyo nombre significa "albahaca" en italiano, se presenta como un restaurante de perfil italiano. La carta fue concebida con esta impronta, ofreciendo recetas clásicas pero con una "vuelta de tuerca". Al frente de la cocina se encuentra el jefe de cocina Maximiliano Magnanini, un creativo que "vuela" y siempre busca sorprender con ingredientes no tradicionales que suman valor agregado a lo clásico.

El perfil italiano de Basilico implica la fuerte presencia de quesos, fiambres, encurtidos, pastas, risottos y cerdos rellenos. Se destaca la simplicidad engañosa de la cocina italiana, que requiere elaboración y proceso para lograr un sabor único.

Un aspecto central de la propuesta de Basilico es la conexión con los productores locales de Tandil. Sergio Vedovelli subraya que, gracias a la importante inmigración italiana en la ciudad, es relativamente fácil conseguir productos de calidad acordes a las recetas. Asegura que les "encanta poder vincularse" con los productores de la ciudad, a quienes no duda en calificar como "excelentes". En este sentido, destaca el vínculo que han trabajado con Las Dinas y con quienes producen hortalizas, verduras y lácteos en la zona.

Esta filosofía de trabajar con productos de la zona se resume en el concepto de "kilómetro cero". Los platos en la carta de Basilico, que utilizan ingredientes locales, están identificados con un logo de kilómetro cero. Esto es un gran atractivo, especialmente para los turistas que buscan probar algo auténtico de Tandil. La calidad de los productos locales es "altísima". "La gente de Buenos Aires viene buscando los productos de Tandil. Eso es así", remarca Sergio.

Las sugerencias de Basilico

Sergio comparte algunas de las entradas más destacadas:

La burrata: Un clásico italiano. Es una mozzarella encapsulada, cremosa por dentro, que se sirve con un mix de hojas verdes (producidas por un horticultor hidropónico local), jamón crudo de selección de Tandil, tomates cherry y aceite de oliva.

El involtini: masa filo rellena con tres tipos de queso de oveja (feta, pecorino, ricotta de oveja) y espinacas salteadas, pintado con manteca clarificada y horneado hasta quedar crocante.

Carpaccio de langostinos: Una versión del carpaccio tradicional (de lomo), pero con langostinos frescos. Se "cocina" con un aderezo de limón y oliva.

En cuanto a los platos principales, se destaca el gran trabajo en las pastas. No solo buscan la combinación de los componentes esenciales (harina, sémola y huevo), sino que ponen esfuerzo en la estética, logrando pastas con texturas y colores variados en la masa. Sergio resaltó el fagottini (un tipo de raviol con forma piramidal) y el cappelletti.

Los risottos son otro punto fuerte y motivo de orgullo para Basilico, destacando el cuidado en el proceso, el uso de caldo adecuado, arroz carnaroli y la técnica de salteado final con manteca y quesos de la mejor calidad. Dos risottos insignia son:

El de carciofi/tartufo: Con hongo tartufo negro (aromático y característico de Italia) y alcauciles (carciofi) en conserva traídos de Mendoza.

El de hongos: preparado con hongos portobello y gírgolas de producción local.

También ofrecen risottos con más "vuelta de rosca", y en ese grupo se encuentra uno alimonado, con carbón activado o uno con arvejas.

Es importante señalar que todos los platos y opciones de la carta tienen alternativas vegetarianas, algo que ya no es un "plan B", sino una opción integrada.

Dentro de las carnes, un plato insignia es la porchetta rellena. Consiste en un cerdo deshuesado completo, sazonado con especias (incluyendo un picante tipo ají molido italiano), arrollado y servido en rodajas con un salteado de vegetales.

Reconocimientos y competencias

Basilico ha participado y ganado competencias gastronómicas en el marco de una meta que para nadie es un secreto: quieren ser los mejores. Ganaron con una saltimbocca de cerdo, rellena, en la Feria de Sabores. Posteriormente, fueron invitados por la organización del Mercado Gastronómico a participar en el Torneo Federal de Chef organizado por la FEHGRA (Federación de Hoteles y Restaurantes de la República Argentina) en su fase regional en Tandil. Basilico ganó esta fase regional, compitiendo contra otros cinco restaurantes locales. Ahora, como ganadores, representarán a Tandil en la instancia nacional del torneo en Buenos Aires, en la convención Hotelga.

Estos logros generan interés en el público, que está "muy cerca de ver qué ganó". Para compartir estos platos de competencia (que requieren muchos procesos y pasos, y para los que los chefs entrenan intensamente), realizaron recientemente un menú por pasos. Este evento contó con la participación de otros restaurantes del grupo (La Cascada y Amaike) y maridaje con vinos de la bodega Rutini.

Postres, vinos y propuestas adicionales

En el rubro de los postres, Basilico ofrece opciones tradicionales italianas como la panna cotta (una crema cocida, en su versión de chocolate blanco) y el tiramisú clásico. También hay postres con un toque innovador, como el sorbete de limón con almíbar de albahaca, una opción fresca que se acompaña con tierra de vainilla y frutos rojos. Un detalle distintivo es el limoncello de producción propia, elaborado con limones orgánicos de productores locales.

La carta de vinos se destaca por trabajar directamente con solo tres bodegas: Rutini, Catena Zapata y Luigi Bosca. La propuesta de precios es particular: buscan tener precios de "vinoteca" o "precio de góndola", equiparando el costo del vino en el restaurante con el que se encontraría en una tienda.

Sergio Vedovelli enfatiza que los restaurantes de los hoteles están abiertos al público en general; no es necesario ser huésped para visitarlos y disfrutar de la comida.

Experiencia completa y conexión local

El Grupo Faro Verde invita a armar un circuito gastronómico para experimentar las distintas improntas de sus locales. La sugerencia es: almuerzos en La Cascada (para disfrutar de la vista y el entorno), meriendas en Amaike (con vista al valle) y las cenas en Basilico.

Esta apertura y la calidad de la propuesta están logrando que los propios tandilenses redescubran y se asombren con los lugares y sus ofertas.

Para conocer las ofertas, propuestas y estar al tanto de las novedades, se invita a seguir las redes sociales del grupo y de cada restaurante. La cuenta de Instagram de Basilico es @basilicotandil, donde también se puede encontrar información para reservas.

El "tip" final

De lunes a sábados, al mediodía, ofrecen "menú ejecutivo", compuesto por una serie de platos principales, con postre y bebida a un precio promocional. A diferencia de otros lugares donde el menú ejecutivo es "un plato", Basilico ofrece una carta y siempre dentro de la impronta del lugar.