13 de diciembre de 2024
"Con esa plata, los chicos van a comprarles a los otros, que ni siquiera hacen ese trabajo. Yo también he ido a hablar con ellos y les he dicho, por favor, que no le compren las cosas a mi hijo. Y a los cinco minutos, mi hijo está en esa casa. Las cosas que me roba a mí, que saca de mi casa, se las siguen aceptando", relató una madre en Radio Tandil.
Madres de hijos con adicciones piden con urgencia vacantes de internación, pero ni el poder político ni el poder judicial les dan una respuesta satisfactoria, por lo que los jóvenes siguen consumiendo y delinquiendo para financiar ese consumo. "Los kioscos que compran las cosas robadas están dos o tres casas antes de donde se vende la droga", denunciaron en Radio Tandil.
La inacción de la Justicia y la Política y, en muchos casos, la connivencia de la Policía, dejan a las madres en la primera línea de peligro enfrentando en forma desigual al sistema de distribución y venta de droga.
"Del que vende droga, que Dios se encargue. La Justicia no se va a encargar porque están arreglados. Pero yo quiero la internación para mi hijo. Bien. Y si no consigo la internación para mi hijo acá, iré a Buenos Aires", contó una de ellas.
"Fui a la casa (del dealer) a pedirle que, por favor, no le venda droga a mi hijo. Ahora, me ve en la calle y me grita de todo. Me dice que soy una buchona y que estoy con la Policía", añade. "Es un nene chico. Yo lo fui a plantear a su casa y su mamá tampoco me respondió. Es un nene, una criatura. Tiene la edad de mi otro hijo. ¿Cómo puede ser? ¿En qué mundo estamos viviendo?"
Y con respecto a la Policía, dijo: "Pueden hacer una persecución para un pipero, porque mi hijo lamentablemente es un pipero y robó una moto para consumir. Ellos (la Policía) dicen que la robó, y yo no lo defiendo porque él está en consumo. Pero lo que yo digo es que fue para cambiarla por droga. Entonces, ¿no pueden hacer una persecución igual, pero para agarrar a los que venden droga? Si vos te fijás en los diarios, toda la gente que cae presa es casi toda por adicción", completó.
Otra madre, de uno de los barrios más complicados de la ciudad en materia de ilícitos, asegura que "dos o tres casas antes de los que venden droga están los que compran todo lo que los chicos roban". "Entonces, con esa plata, los chicos van a comprarles a los otros, que ni siquiera hacen ese trabajo. Yo también he ido a hablar con ellos y les he dicho, por favor, que no le compren las cosas a mi hijo. Y a los cinco minutos, mi hijo está en esa casa. Las cosas que me roba a mí, que saca de mi casa, se las siguen aceptando", relató.
Judicialización
"Yo hice la judicialización de Joaquín en el Juzgado de Familia. Primero tenés que hacer una denuncia en la Comisaría de la Mujer. De ahí te pasan al juzgado. A mí me tocó el de Yrigoyen. Me sacaron al toque la internación. ¿Pero qué pasa? No había gente en el Destacamento de Tunitas para ir a buscarlo. Cuando había gente, Joaquín se escapaba. Cuando logran llevarlo, la psiquiatra me dice que está apto", narró una madre de Tunitas.
Otra madre relata su caso: "Yo también hice todo por el Juzgado de Familia Nº 2. A él le sacan una exclusión del hogar por todo lo que estaba pasando en mi casa y, a la vez, una orden de internación compulsiva. Llega al hospital, lo ve la psiquiatra y le dice que no tiene espacio de internación. Obviamente, el chico estaba re pasado de droga. Vuelve porque, como él no tenía dónde ir, lo acepto de vuelta a mi casa. Ahí fue cuando me robó todo de vuelta".
Sin miedo
"Si se va mi vida luchando por mi hijo, no me importa. Yo quiero un hijo vivo, porque a mi hijo yo lo crié bien. Él tiene secundario completo, sabe hacer un montón de cosas, pero la droga de mierda le cagó la vida, y no solo a él, sino a toda mi familia. Así que yo, así salga de acá y me maten, no me importa: yo quiero un hijo vivo".
"La internación muchas veces también puede fallar, pero uno quiere intentarlo. Lo que no querés es que te aten las manos. Esto es para los que te preguntan dónde están los padres. O los que te dicen que, si tu hijo tiene problemas, te lo tenés que llevar a tu casa. Nadie puede escupir para arriba. Uno no sabe dónde están tus hijos o lo que les puede pasar más adelante. Y el día de mañana podés ser vos el del problema", sintetizó una mujer que acompañó la nota en la radio y, en su caso, tiene a un hijo que actualmente está recuperado, pero siempre atento a no caer de nuevo en la adicción.
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Datos extraidos de Casas de Hoy