OPINION. Civale, especialista en ring-raje

Cuando quiere, el presidente de la Usina y al mismo tiempo titular de la UCR tandilense, Matías Civale, hace notar su presencia. O, mejor dicho, su ausencia. Es improbable que, dada su joven edad, el escurridizo contador se haya divertido alguna vez, en su primera infancia, con esa competencia barrial de tocar timbre y salir rajando. Y no ser descubierto. 

Lo concreto -y bien actual- es que lo que debió ser un simple viaje de vacaciones, el imperio de las circunstancias lo transformó en un revuelo político que por estas horas -o días- el equipo de gobierno se esfuerza por atemperar. Con una fórmula probada: silencio stampa, nadie habla, "no comment". Una línea que baja del jefe y todos, sin distinción, cumplen al pie de la letra.

Dos hechos hicieron posar las miradas -o mejor dicho, enojados pensamientos- de varios importantes radicales hacia el siempre perfumado contador. Casi simultáneos. Uno político, otro de gestión.

El primero está relacionado a la famosa asamblea radical del pasado jueves 12 de abril, cuando por aclamación poco más de 300 afiliados decidieron competir con lista propia en las PASO, contrariando el "espíritu" trazado por sus socios mayores del Pro en Cambiemos, esto es, generar listas consensuadas con los integrantes de la Alianza.

El armado de Civale y su fiel escudero Gastón Morando, mostró un comité completo y eufórico dispuesto a votar a dos manos. Pero las caras se fueron transformando cuando notaron que el rebelde nuevo, Marcos Nicolini, había arrastrado la voluntad de seis concejales mas y generado un faltazo mayoritario. Siete de un bloque de diez.. El mensaje caló hondo en la calle Mitre. Tanto que no solo opacó la fiesta, sino que hasta el propio Miguel Lunghi tuvo que salir a pegarle por los medios a su otrora "heredero natural".

Instalado el misil de la necesidad de recambio generacional, la pícara excusa de Nicolini fue que antes de hacer la asamblea local había que esperar la asamblea del comité provincia. Un tecnicismo que sirvió de palito político para que lo pisara... Civale. Ello derivó en un acto reflejo del siempre omnipresente Julio Elichiribehety, quien algo falto de... reflejos, oxigenó la teoría (que no tardó en ganar los medios) de que Civale adelantó la polémica asamblea porque tenía que rajarse de vacaciones a Europa. Y que el incauto de Miguel ahora no solo estaba enojado con Marquitos sino también con Matías.

La otra situación se ubicó en los ámbitos del Concejo Deliberante, donde la política siempre mete la cola. El asunto fue el convenio del Municipio con Usicom (empresa del Grupo Usina cuyo presidente es... Civale) por la concesión del relleno sanitario, un suculento negocio que antes gestionaba Clear S.A., curiosamente ahora integrada en una UTE con la nueva y directa concesionaria. El expediente llegó a los meses al Concejo para su convalidación, los aplicados concejales lo debatieron y finalmente lo aprobaron. Todo muy lindo hasta que en febrero último, el Ejecutivo elevó, con las firmas de Lunghi y... Civale!, un nuevo expediente para convalidar tres adendas (modificaciones) al contrato original. Lo desconcertante para los ediles fue que las fechas de las adendas eran anteriores a aquella aprobación concejalicia, y más grave aún, cambiaban tres aspectos fundamentales del acuerdo original. 

"Civale nos hizo debatir un expediente sabiendo que ya no tenía ningún valor. Nos la vendieron cambiada", graficó el concejal Rogelio Iparraguirre antes de promover una citación al contador a la comisión de Asuntos Legales, cuyo presidente, Marcos Nicolini, aprobó de inmediato. Lo que pocos sabían era que el atlético funcionario estaba con sus valijas subiendo por las escalerillas de Ezeiza. En su lugar apareció el bueno de Atilio Magnasco, vicepresidente a cargo en la Usina, y los concejales no tuvieron otra opción que atender sus burocráticas explicaciones y mascullar la bronca cuando al querer saber por qué Civale no les había informado de los cambios antes de tratar el convenio, el ex empresario lácteo les soltó, de buena leche, claro : "bueno... cuando vuelva tendrían que preguntárselo a él".