Conicet. Ataque a la Ciencia: "Se entiende la crisis económica, lo que no se entienden son las agresiones"

"En el caso de CONICET, que es lo que me toca representar a mí en la región, la restricción de recursos viene por varios lugares. En recursos humanos estamos sufriendo despidos y cambios permanentes de las fechas de los contratos. Básicamente, nuestra gente no sabe si el 30 de junio sigue trabajando o no. Son los que hacen gran parte del trabajo operativo del día a día".

"Por otro lado, el financiamiento que hace funcionar nuestros laboratorios es inexistente hoy en día. Para poner números: menos del 1% del presupuesto que está asignado al área de Ciencia y Tecnología del país se ha ejecutado y ya estamos en el mes 4. Imaginarán lo que eso significa. El presupuesto se nos fue terminando y una vez que se agota, paran los laboratorios", planteó.

La falta de dinero para financiar un proyecto científico es un problema que tiene un impacto inmediato, pero también a futuro porque los ciclos de estos proyectos suelen ser de largo aliento.

"Vamos a un ejemplo concreto. Hablemos de la pandemia. Todos conocen la vacuna Moderna, ¿no? que fue la más exitosa y efectiva. Resulta que viene de una investigación realizada en varias universidades y que no tenía una aplicación clara porque la idea que estaba detrás de todo eso no se podía fabricar, no existía la tecnología en ese momento. Sin embargo, las universidades que lo habían creado igual se pelearon y hasta hubo cuestiones judiciales para patentar eso que era 'infabricable'. Pasaron años, 10, 15 años. Avanzó la tecnología y llegó la pandemia. Y el señor Donald Trump pone mil millones de dólares para que se avance rápidamente en esa ciencia, acompañado por un privado, que es un laboratorio, y finalmente todo el asunto termina en una vacuna que nos salva la vida. Entonces estamos hablando de un proceso de 15 o 20 años sin contar la historia para llegar a la patente", ejemplificó el investigador en Ciencias de la Computación.

"Hay un montón de casos así en la ciencia y acá, en lo local, podemos hablar también de lo mismo. Voy a dar un ejemplo autorreferencial. Mi trabajo doctoral empieza en 1999 y es sobre software muy grande ¿no? Software que no es capaz de entrar en la computadora más grande del mundo. Me preguntarán ¿para qué iba a investigar en eso? En el año 99, cuando no existía la banda ancha en las computadoras hogareñas. La verdad es que no tenía un sentido práctico en principio, pero sí un sentido teórico. Pasan unos 10 o 12 años y aparecen el gerente de una empresa muy grande y el gerente de un organismo público, también muy grande, con un problema que requería una solución de lo que yo había resuelto en el doctorado. Un año de trabajo y finalmente eso resultó en un ahorro de unos 5 millones de dólares en un caso y en otro, de unos 8 millones de dólares anuales. Gracias a aplicar esa ciencia a un problema casi teórico muchísimos años antes de que ocurriera en la realidad ese problema. Entonces, esas son las cosas de la ciencia y que no tiene que ver con que seamos adivinos. Es lo que siempre ha pasado con esta actividad, siempre, de hace 100, 200, 300, 400 años", detalló.

Se trata de un momento difícil para la comunidad científica. No solo por lo económico, sino, sobre todo, por la campaña de desprestigio que enfrentan. Campaña, muchas veces desplegada por referentes políticos libertarios y que consiste en tratarlos de "ñoquis" o "parásitos del Estado". Lejos quedaron los reconocimientos durante la pandemia o ,en el caso más local, las alabanzas por hacer de Tandil una ciudad "del conocimiento".

"Tiene que ver con nuestra sociedad. Hay libros escritos sobre este movimiento pendular que muchas veces seguimos los argentinos. De River a Boca, del Peronismo a La Libertad Avanza. La verdad es que es angustiante. Se entiende la crisis económica que atraviesa el país, por supuesto. Lo que no se entienden son las agresiones que se ven en redes sociales, minimizando temáticas sin entenderlas", declaró. "A mí me recuerda mucho a épocas muy antiguas, como las de Galileo ¿no?".

Zunino, en otro tramo de la charla, se mete con un tema insistentemente utilizado Milei, Villarruel y los que atacan al Conicet en las redes sociales: una investigación de un doctor en Letras argentino que utilizó al personaje de Batman -y su sexualidad- como excusa para analizar disidencias sexo-genéricas. Políticamente se utilizó el título de la ponencia para bajarle el precio a la Ciencia argentina y luego, los odiadores hicieron el resto para pedir la disolución del organismo.

"Hace poquito daba una entrevista en una charla debate sobre toda esta problemática que se da alrededor de Batman y Robin. Lo cierto es que generalmente se critica sin saber. Porque detrás de eso hay un estudio que tiene que ver, sin entrar en detalles, con los sesgos de género. En mi instituto y con otra gente de la Universidad, surge el tema en medio de un debate y discusión resulta que encuentran que hay sesgos de género en algunos documentos legales. Luego, entrenan una inteligencia artificial (AI) para detectar y encontrar sesgos de género y resulta que sí, que hay sesgos de género en documentos y normas legales que está bueno que estén ahí. ¿Se entiende? Cómo una investigación que se toma en chistes, se bastardea y se critica de formas absolutamente groseras en las redes, realmente tiene una implicancia y un impacto. Impacto que podría significar, por ejemplo, en dentro de algún tiempo tengamos mejor Justicia o se corrijan errores o injusticias potenciales. Creo que le tenemos que perder miedo a descubrir cosas que vienen por la Ciencia, que a veces son por accidente y a veces porque ese investigador sabía que había algo ahí detrás", ilustró.

Vínculo con el sector privado

"En el CONICET Tandil y la universidad tenemos mucho vínculo con el sector privado, tanto regional como nacional e internacional. En la región, con las cementeras, la industria de la construcción, siempre hemos estado vinculados, generando cosas de enorme impacto. Hace un mes fui a dar una charla en una empresa de Tandil que se encontraron con un problema de investigación, básicamente, de lo que es mi especialidad. Di una charla y generamos una solución en esta PyME para poder avanzar y generar un producto novedoso. Y así en distintas temáticas. En Salud tenemos también convenios. Estamos colaborando permanentemente con una start-up en Córdoba. Otra en Neuquén. Acabo de hablar con una investigadora de mi instituto, de ISISTAN, que es financiada por Facebook. Financia la investigación ¿y qué pide a cambio? Nada, contame la idea y punto. La investigación sigue siendo del CONICET, de la Universidad. Les interesa que se resuelvan problemas y en este caso que se logre que las redes sociales tengan menos desinformación. Creo que lo que hay que aprender de otros países y de empresas grandes es sobre la inversión en ciencia, que por ahí no tiene un retorno hoy pero que probablemente lo tenga 10, 15, 20 años más adelante para producir cambios menores o no, cambios sustanciales en la vida. Son inversiones de riesgo, pero claramente la humanidad ha avanzado gracias a eso".