Sociedad. Una fiesta electrónica de más de 30 personas tras uno de los casos positivos

El caso del joven que dio positivo tras pasar por el Sanatorio Tandil tiene una historia previa repleta de infracciones a las normas que ordenan el aislamiento y el distanciamiento social.

El Municipio había confirmado ya que horas antes de internarse en el Sanatorio -no por síntomas asimilables al Covid sino por un traumatismo sufrido en el ámbito doméstico- el joven había participado de un asado. Lograron dar con los asistentes a la comida y aislarlos.

Después tomaron conocimiento de que esa misma persona, tras asistir al asado habría asistido también a una fiesta. Algunas versiones hablan de una fiesta electrónica. Otras, refieren a una fiesta vulgar. Más allá de las características de la reunión, se habla de más 30 personas que se reunieron en un mismo espacio.

A diferencia del asado, en donde la mayoría asumió haber participado y se sometieron a los protocolos de prevención y cuidado, en el caso de la fiesta no todos quieren asumir su participación y los investigadores del comité de epidemiología admiten que les están faltando datos por la poca voluntad que muestran los participantes.

"El asado se ha confirmado y esos contactos se han establecido todos", corroboró el vicepresidente del Sistema Integrado de Salud Pública, Matías Tringler, en diálogo con Radio Tandil.

"Aparecieron versiones de la fiesta pero en este caso no están colaborando para dar nombres y para poner a los asistentes bajo control y aislamiento", añadió.

"Nos está costando llegar a todos los que supuestamente estuvieron en la fiesta después del asado. Es lamentable, porque nosotros solo queremos controlar que ninguno tenga síntomas".

Tringler admite que muchos de los que no quieren aportar sus datos al sistema público han acudido al sistema privado a realizarse los testeos. Manejan esa información. Para el profesional de la Salud, lo importante es el resultado final. "Esperemos que estén todos aislados y que entiendan que esto se trata de una cuestión de salud pública".

Tringler advierte que la fiesta con algo más de 30 personas en una propiedad privada es algo más que una hipótesis a esta altura. ¿Existió realmente ese encuentro? "Hoy ya sabemos que sí", asegura Tringler. "Algunos los confirman y otros lo niegan pero lo cierto es que de a poco vamos teniendo los contactos y los teléfonos. Algunos tienen miedo y otro no quieren colaborar. Es lamentable pero nos está pasando eso".