Tandil. Una adolescente desfiguró a otra y horas después volvió a amenazarla

Pamela salió ayer de la Escuela Secundaria 7 un rato antes de las seis de la tarde, como todos los días. Pero a diferencia de lo habitual, su mamá no pudo ir a buscarla. Por eso la llamó para indicarle que volviese a casa en colectivo, y le pidió que al subir le devolviera el llamado. Pamela obedeció. A los diez minutos, se comunicó. Pero lo que tenía para decirle no era lo que su madre esperaba escuchar.

"Cuando vi la llamada pensé que me estaba avisando que estaba en el colectivo. Pero me dijo: 'Mami, vení a buscarme porque me pegaron'", contó Jimena a Radio Tandil. Preocupada, fue rápidamente a la escuela. Pero al llegar no la encontró. Intranquila, la mujer empezó a preguntar por ella. Hasta que una chica del barrio conocida de la familia le dijo que la había llevado a su casa. "Cuando la vi, estaba totalmente desfigurada, tenía el ojo hinchado y le sangraban la nariz, la boca y la rodilla", relató.

Tras encontrarla en ese estado, Jimena volvió a la escuela para pedir explicaciones. No las encontró. "Me habló el director y me dijo que él vio la pelea y llamó a la Policía, pero cuando salió a mi nena ya se la habían llevado", contó.

Sin más precisiones, la propia mujer tuvo que ponerse a averiguar quién era la agresora. Así supo que se trataba de una exalumna del colegio. La chica cursó allí hasta el mes pasado, cuando le hicieron una denuncia por romperle el tabique a una compañera. Entonces, cambió de escuela. Pero nunca dejó de ir a la 7: cada tarde, aguarda la salida de los alumnos a pocos metros del establecimiento. "Yo le pregunté a mi hija quién era y me dijo: 'Mamá, no la conozco, la vi una sola vez y lo único que me dijo fue: A vos te gusta mirar mal'". Ése fue el preludio de la agresión que sufriría momentos después.

Como ayer estuvo hasta tarde en la guardia del Hospital, Jimena radicó este martes la denuncia en la Comisaría Tercera. Allí conoció el antecedente de agresiones. Y supo además que la menor practica boxeo.

Pero la golpiza no fue lo único que su hija debió padecer. Por la noche, la agresora volvió a contactarse con ella. Y a través de Facebook, le hizo llegar una advertencia. "Le dijo que la va a abrir de lado a lado", aseguró Jimena.

La situación parece incontrolable. Por eso, la madre quiere acercase a la familia de la adolescente. "Mi intención es hablar, no que se arme una batalla campal entre dos familias". El propósito es que su hija no vuelva a ser amenazada ni increpada. Y que con esa seguridad se anime a volver a clases. "Mi intención es poder dejar a mi hija en la escuela, porque ahora no quiere ir y yo no quiero que pierda el año".