Policiales. Un policía le ofreció su teléfono por si quería pasar droga por el control

Martín Gorozo vino de Buenos Aires a Tandil, este viernes, a la casa de sus padres. En el puesto sanitario de la Ruta 30, en las inmediaciones del frigorífico Mirasur, lo pararon para pedirle datos y tomarle la temperatura.

Mientras esperaba el móvil que lo iba a escoltar hasta la casa de su padre, donde debía cumplir con la cuarentena, dos policías se le acercaron, lo trataron de narcotraficante y le sugirieron un mecanismo más seguro para pasar droga por el puesto sanitario. No sólo eso. Gorozo denunció que con la excusa de la requisa le robaron 40 mil de los 50 mil pesos que traía en un bolso. Por este tema ya se realizaron varios allanamientos en Tandil y en ciudades de la zona, pero lo que llama la atención es el diálogo que entabló uno de esos oficiales con el tandilense.

"Mientras esperaba que llegara el móvil de Tránsito, se acercaron dos policías que estaban del otro lado de la ruta. Se identificaron como de Narcotráfico y me dicen que quieren hacer una requisa en la camioneta", explicó Gorozo.

De una, le preguntaron si traía armas o drogas. Sorprendido por la pregunta, les dijo que no.

"¿Estás seguro, no?", insistieron.

"Mi compañero te va a hacer unas preguntas", le dijo uno de ellos y se dirigió a la parte de atrás para empezar con la requisa. Fue entonces cuando Gorozo le dijo que traía efectivo en uno de los bolsos, en un bolsillo lateral, para pasar los días en Tandil.

"Está bien, no hay problema", le respondieron y siguieron con el trámite.

Mientras uno revisaba los bolsos, el otro seguía con las preguntas y captando la atención del conductor de la camioneta. Apuntaba los datos en una "libretita".

En un punto, el que había terminado de revisar la camioneta se acerca y lo lleva aparte.

"Vi que tenías plata ahí", le dice. "Sincerate, dale. ¿Venías a Tandil a comprar drogar, no?", le suelta. "Hace un tiempito vino una persona con 200 mil pesos que venía comprar droga a Tandil. Él se sinceró conmigo y me dio...." El oficial sugirió que le había dado una coima.

"Yo le pasé el teléfono y nos comunicamos. Cada vez que llega a Tandil me deja algo y a mí me sirve. Si vos querés algo parecido, te paso mi teléfono y estamos en contacto", le confesó.

El diálogo bizarro se interrumpió ante las reiteradas negativas de Gorozo. Poco después llegaba el móvil que lo iba a escoltar hasta Tandil.

Cuando llegó a la casa de su padre, revisó el bolso y le faltaba plata. Más precisamente le faltaban 40 mil pesos de los 50 mil que había cargado en Buenos Aires.

Llamó a su hermano y se presentaron en la Policía Federal a realizar la denuncia. Un día después se realizaron los allanamientos. En la dependencia de Narcotráfico de Tandil y también en los domicilios de los agentes: en Olavarría y Las Flores.

La investigación está en pleno desarrollo.