Desde el Hospital Durand a Tandil. Tito, el hombre que pedaleó para concientizar sobre el cáncer de mama

En un emotivo viaje en bicicleta, Alberto Maison, conocido como Tito, se propuso cumplir una promesa personal que rinde homenaje a su madre, Ana Rosa Osella, víctima del cáncer de mama. Su recorrido comenzó en el Hospital Durand, y se extendió hasta Tandil, pedaleando 356 kilómetros. Este viaje, impulsado por la fe y la convicción, tiene como objetivo concienciar sobre la importancia de los exámenes periódicos de salud para la detección temprana.

El Día Mundial de la Lucha contra el Cáncer de mama, conmemorado cada 19 de octubre, busca promover el diagnóstico precoz de esta enfermedad y mejorar el acceso a controles y tratamientos. Según la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer, afecta a más de un millón de personas en el mundo y cobra la vida de 400.000 individuos cada año. En Argentina, se detectan alrededor de 22.000 casos anuales, convirtiéndolo en el cáncer más común en el país, donde el 77% de los casos nuevos y el 84% de las muertes ocurren en mujeres.

La detección temprana del cáncer de mama es fundamental, ya que en sus etapas iniciales suele ser asintomático. Sin embargo, en etapas avanzadas, pueden manifestarse síntomas como un bulto en la mama, endurecimiento de la piel, retracción, derrame por el pezón o un bulto en la axila. Se recomienda que las mujeres examinen sus mamas mensualmente, preferentemente al finalizar su período menstrual.

Además, se destaca la importancia de realizar mamografías anuales a partir de los 40 años para mujeres sin síntomas y sin antecedentes familiares de la enfermedad. En casos de antecedentes de cáncer de mama en familiares de primer grado, se aconseja hacerla 10 años antes de la edad de detección del familiar más cercano. La detección temprana aumenta significativamente las posibilidades de curación.

Maison expresó la necesidad de realizar este viaje ya que perdió a su mamá desde muy chico y siempre lamentó no poder compartir juntos los momentos importantes, entonces transformó su dolor y realizó esta aventura que lo ayudó a recordarla de la mejor manera. "Tomé valor y fui hasta el Durand. Mamá siempre me retaba por mis locuras, así que por esto seguramente se hubiera enojado al principio pero luego me abrazaba", relató entre risas.

Durante su travesía, Tito pasó su primera noche en una estación de servicio en Monte y recibió apoyo de los inspectores de tránsito en Rauch, quienes le ayudaron a encontrar alojamiento antes de continuar su camino hacia Tandil.

En este medio, Maison manifestó que cumplió un sueño en el que unió muchas pasiones: la concientización, su gusto por el el deporte, conocer la belleza de Tandil, el amor por los paisajes y la naturaleza y sobre todo sentir el apoyo de su familia, de la mano de su esposa Gisela, un pilar fundamental en este viaje. Además, destacó el inmenso aporte y compañía de la gente que conoció y que lo ayudó a seguir adelante. "Sería imposible mencionar a todos pero con Locos por los fierros vivimos momentos hermosos, totalmente agradecido, señaló".