Sociedad. Tenía 14 años y el profesor la invitó a salir a cambio de aprobarla

Hace una semana, una joven de 19 años acusó a Luna de acosarla en un micro de larga distancia. El caso se difundió y llegó a Ximena. Ella había sido víctima de la misma persona. Tenía 14 años, era alumna de la escuela Granja y recibió de Luna la propuesta de empezar a "salir" a cambio de una nota favorable.

Pasaron ocho años y Ximena se acuerda detalle por detalle esa jornada en la que Luna pasó de la sutileza al acoso descarado. También se acuerda de la vergüenza al contarle lo sucedido a su madre, del bullying de sus compañeros cuando se enteraron de lo ocurrido y del miedo que le impedía salir sola a la calle.

No puede creer que Luna siga todavía dentro del sistema educativo. En 2015, una joven de la Técnica 5 lo acusó de haberle ofrecido dinero a cambio de sexo oral. Desde entonces, el acosador trabaja en el CIE (Centro de Investigaciones Educativas) sin contacto con menores pero como empelado de la Provincia.

Después de conocer el caso de la última semana, Ximena se presentó el martes en la Comisaría de la Mujer y la Familia.

"En Fiscalía no había quedado nada (de la exposición anterior) y decidí hacer la denuncia penal", contó a Radio Tandil.

"Tenía 14 años y él era profesor en el Taller de Mecánica. No me había ido bien en la materia al igual que a otros dos compañeros. Entonces fui a pedirle un examen de más para poder levantar la nota. Me dice que sí. Luego me empieza a acosar sutilmente y yo no entendía que se trataba de eso. Después se le fue toda la sutileza", recordó.

Estaban en el recreo. En los 20 minutos del descanso, la llamó y le dijo que él podía ayudarla pero que como era suplente iba a ser necesario otro tipo de gestión. Le pide el número de teléfono y ella le dice que el celular no es de ella. La obliga a anotar su número, entonces. Una y otra vez.

"Finalmente, me llama por tercera vez en menos de 20 minutos y me dice que quiere salir conmigo. Que quiere que nos veamos fuera de la escuela. Y que él me iba a aprobar", narró.

"Me re asusté", recuerda Ximena. Se lo conté a mis compañeros. Las chicas me acompañaron pero los chicos no me creían".

En un momento, y a solas en el aula, él le pide que se abra el buzo para poder verla. Ella tenía una musculosa debajo. "Entonces me puse muy mal y empecé a gritarle", contó la joven.

Al otro día la madre fue a la escuela y contó lo sucedido. Desde entonces dejó de ir a la Escuela Granja. Ximena ya había hecho la exposición policial. Aconsejada por una abogada de la Comisaría de la Mujer no hizo la denuncia penal. Trámite que finalmente ayer se completó.

"Siempre sentí mucha preocupación por las chicas que pudiesen estar con él. Es muy desagradable. Muy abusivo", declaró Ximena. "Después de mi caso me enteré de que había tenido problemas con otras chicas que no llegaron a denunciarlo. No me explicaba cómo podía seguir dando clases", añadió.

"Pasaron ocho años hay tres denuncias, pero seguro que le ha pasado a muchas más chicas que o no han tenido los recursos o han sentido miedo. Yo recuerdo que tuve mucha vergüenza al contárselo a mi mamá. Después sufrí muchos chistes muy desagradables por parte de mis compañeros. Se hacía muy difícil la cosa diaria porque las autoridades de la escuela me cuidaron pero mis compañero no", resaltó la joven.

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