Testimonio . Preocupación en la comunidad de Begoña por la presencia de un condenado por abuso en actividades religiosas

La comunidad de Begoña, en Tandil, atraviesa un nuevo conflicto que se suma a las tensiones ya existentes en torno a la vida educativa y religiosa del barrio. En esta oportunidad, vecinos y familias expresaron su profunda preocupación por la participación de Raúl Vera, una persona que fue condenada por abuso sexual, en los festejos patronales de la Virgen de Begoña.

"La semana pasada tuvimos la fiesta patronal, hubo una procesión por algunas cuadras, una misa y una actividad en el patio de la parroquia. Participaron alumnos del colegio Martín Rodríguez, del jardín Santa Cecilia, hubo bailes folklóricos y danzas vascas. Todo parecía normal, hasta que notamos la presencia de una persona que algunos reconocieron después como Raúl Vera", explicó Mónica.

Raúl Vera, conocido en el ámbito local por su actividad folclórica y su vínculo con la iglesia en décadas pasadas, fue identificado posteriormente a través de imágenes y videos del evento, donde se lo vio encabezando la procesión, organizando a los niños y participando activamente de las actividades con menores.

"Cuando nos enteramos de quién era, un grupo de padres fue a hablar con el sacerdote Martín Ripa. Le planteamos que no queremos a alguien condenado por abuso cerca de nuestros hijos, aunque haya cumplido condena. No es algo que nos deje tranquilos, y menos aún que estuviera tan cerca de los chicos durante el evento", agregó la vecina.

Según Mónica, el sacerdote Ripa ofreció respuestas contradictorias: primero dijo no conocer a Vera, luego admitió que sí lo conocía, y finalmente aseguró haberle pedido que no estuviera cerca de los niños. Sin embargo, los registros muestran que Vera estuvo permanentemente involucrado en la organización, incluso bailando folklore junto a menores en el patio parroquial.

Sin respuesta del obispado

Las familias también elevaron su reclamo al obispo de la Diócesis de Azul, monseñor Hugo Salaberry, y a otras autoridades eclesiásticas, como el Nuncio Apostólico, pero aseguran que no han recibido respuesta alguna.

"Nos comunicamos con el obispado y varios padres también enviaron mensajes al Nuncio. Hasta ahora, nadie respondió. Incluso, algunos fueron bloqueados del canal de WhatsApp oficial", denunció Mónica.

Una comunidad en alerta

La presencia de Vera generó una fuerte reacción entre los vecinos. El grupo de familias autoconvocadas -que ya supera las 120 familias- sigue creciendo a medida que más padres toman conocimiento de la situación.

"Hay otras cosas que han pasado en la parroquia que generaron molestias, pero esto ya fue demasiado. No hay excusa posible. Es un tema muy grave y no puede naturalizarse su participación en actividades con niños", concluyó Mónica.

Cabe recordar que Raúl Vera fue condenado en la ciudad de Tandil por abuso sexual, y posteriormente se trasladó a otras localidades como San Nicolás y Ayacucho, donde también surgieron cuestionamientos sobre su conducta. A pesar de ello, continúa vinculado a la parroquia de Begoña, donde incluso tiene a la venta libros de su autoría relacionados con la historia de la comunidad y de la Virgen del Rosario.

La comunidad de Begoña espera ahora una respuesta clara por parte de las autoridades eclesiásticas.