Policiales. Por el Covid-19 la Justicia liberó en Tandil a un violador

Roxana es la madre de una joven que fue violada por su tío abuelo durante más de 5 años. Durante ese tiempo, otras primas habrían padecido lo mismo. El violador fue a juicio y fue condenado a pasar 11 años y 9 meses en prisión, pero la pandemia y la decisión de la Justicia lo devolvieron a su casa del barrio Movediza, por estos días, cuando todavía faltan ocho años para que cumpla la sentencia.

"Le queremos dar la información al barrio. Se encuentra ahí en este momento y la gente debe saber. Está sin tobillera y tiene una posibilidad inmensa de poder fugarse", indicó Roxana.

Fue beneficiado con la prisión domiciliaria. Su abogado defensor habría argumentado cuestiones de salud, problemas respiratorios, y eso habría jugado a su favor en el marco de la pandemia de Covid-19. No es el único caso y esta ola de liberaciones ha despertado la indignación de víctimas y asociaciones de víctimas que esperan que las condenas se cumplan hasta el último día en prisión.

"Lo que le pasó a mi hija no se supera. Ella tiene que convivir con todo lo que le pasó y por esa angustia es que yo salgo a hablar, explicó Roxana.

"Averigüé y me asesoré bien y luego se lo comunique a ella. Fue tremendo. Fueron lágrimas y mucha angustia al saber que estaba nuevamente en la casa, que puede abrir la puerta y salir si quiere", añadió.

"Él tiene que cumplir la prisión por el tiempo que corresponde. Hasta el último día. Para mí esto no es Justicia. Que tengan beneficios, no es Justicia. Están dejando de lado a las víctimas, las están dejando desamparadas. Y ahora son muchos los que están siendo liberados. La verdad es que están mal las leyes", declaró en Radio Tandil.

El violador se llama Jorge Alberto Lucero. Vive en Paseo de los Niños 1914, en el barrio de La Movediza. Roxana advirtió a todos sus vecinos de los riesgos que corren a partir de su prisión domiciliaria.

Según Roxana, Lucero cometió un delito "muy grave" en más de una oportunidad y con más de una menor de la familia, sólo que no todas ellas se animaron o pudieron hablar en su momento. Lo detuvieron en octubre de 2015 y lo condenaron tiempo después a purgar más de 11 años en la cárcel.

"Fueron cinco años de abuso hasta que ella me lo pudo contar", narró la madre. La pequeña tenía 12 años cuando comenzó todo. Se trataba de su tío abuelo y los abusos se daban en un contexto familiar. Lucero la siguió acosando incluso después que ella había formado pareja. Con más edad, tomó coraje y denunció su calvario. Primero a su madre y luego, a la Justicia.

"Las víctimas cuando pasan por esta situación no pueden hablar fácil. Hay una familia detrás. Y la familia es cómplice", contó la madre.

"Lo cierto es que él es un peligro para la sociedad. A mí no me da miedo. Me angustio por mi hija. Ella es la víctima. A nosotros nos enfurece y nos preocupa. Es un violador que está en su domicilio cuando tiene ocho años más para cumplir de condena", insistió.