Politica. Otro funcionario de Lunghi cargó contra la UCR por aliarse a Macri

Como un trago amargo, la derrota (nacional y provincial) de Juntos por el Cambio no fue fácil de digerir. Algunos estómagos acostumbrados a los sapos y otros platos típicos de la política supieron disimular el mal sabor de boca. Pero otros no soportaron las arcadas y optaron por escupir su bronca.

Uno de ellos fue Mariano Martina. Hace pocas horas, el Director de Juventud del Municipio tildó al Presidente de "impresentable". Sus palabras resonaron en los pasillos del poder. Y el eco tuvo efecto retroactivo, poniendo sobre la superficie palabras aún más duras, pronunciadas poco después de la dura derrota.

Fue así como salieron a la luz unos tweets de otro funcionario lunghista. También joven, pero más desconocido.

Se trata de Nicolás Tumminaro, miembro del área de Vinculación Internacional del Gobierno comunal. El muchacho, delegado en el Comité Nacional de la Juventud Radical y autodefinido "socialdemócrata del campo popular", se anotó en la lista de quienes, con el dedo acusador en alto, salieron a criticar a los "otros" por la derrota de su propio partido.

Mediante su cuenta de Twitter (la que hace un tiempo decidió encabezar con la frase "Libertad sin socialismo es privilegio e injusticia, socialismo sin libertad es esclavitud y brutalidad") trazó una línea divisoria entre el radicalismo M y el antiM (que, al parecer, no tiene inicial ni liderazgo nacional que lo represente). Así, se refirió al sector de la UCR que apoyó las políticas presidenciales como "Radicalandia", algo así como el mundo de Walt Disney pero de cabotaje. "Radicalandia no sale del asombro y culpa a la gente", sentenció Tumminaro. Y agregó: "Los pueblos no se equivocan amigos", con una verba mezcla de izquierda intelectual y lenguaje de cervecería.

Envalentonado con las definiciones ideológicas, el joven funcionario fue por más. "Cuatro años detonando el país, destruyendo la producción, el empleo, el consumo, la universidad, azotando a las clases postergadas. A hacerse cargo", agregó, como quien se la veía venir y, agazapado, esperó el momento para gritar sus verdades.

"Nos pusieron de rodillas, dejamos de ser militantes y nos llamaban voluntarios, cambiando nuestras banderas históricas por globos amarillos. Lo más triste, los jóvenes convencidos del neoliberalismo. Se transformó en el partido del pensamiento único", escupió finalmente.

A diferencia de Martina, Tummarino no nombró al Presidente. Tampoco lo calificó. Pero cuestionó con dureza su política económica, básicamente para pasarle la factura a la conducción nacional de su partido. ¿Será el único en estas tierras que exigirá reivindicación por su clarividencia?