La ciudad. "Los vecinos habían pedido que taparan el pozo porque se había caído un niño"

Familiares y amigos de Fabián Leonardi, el joven que murió al caer con su moto en un pozo abierto en la calle, marcharon este jueves por el centro de la ciudad para reclamar justicia. La movilización partió de la esquina de España y Rodríguez y culminó frente al Palacio Municipal, donde se dio lectura a un comunicado.

En el texto, el entorno afectivo de Leonardi denunció al Municipio y a la empresa responsable de la obra como responsables del fatal desenlace. Además, aseguró que el pozo llevaba seis meses abiertos y que los vecinos ya habían reclamado que se cerrara porque un chico había caído allí, afortunadamente sin sufrir graves consecuencias.

"Los vecinos ya habían pedido que el pozo se tapara porque un niño se había caído en él, pero las autoridades hicieron caso omiso a esta situación -leyó Rosa, una amiga de Marilina, la mamá de Leonardi-. Un pozo en el que una empresa privada contratada por el Municipio estaba trabajando desde hace seis meses, quedando expuesto y sin tapar el dia y la noche. Un pozo que recién el día después de la tragedia el Municipio decidió tapar".

El duro documento continuaba diciendo que "La Movediza es uno de los tantos barrios relegados y en completo abandono, parece ser que sus residentes no pertenecen al Tandil soñado. En la calle Azucena apenas hay luz, el alumbrado justo al 1100, lugar donde Fabián perdió la vida, se encuentra en la vereda de enfrente, lejos del pozo. Por eso decimos que Fabián es víctima de la desigualdad. Lo mató una obra sin señalizar, sin carteles, sin luminarias, sin conos que indiquen que había un hueco abierto en la calle. Lo mataron la desidia y el desinterés".

Pero las críticas de la familia no se limitaron a la obra sin terminar, fueron más allá: "Como si todo esto fuera poco, la ambulancia tardó 25 minutos en llegar hasta el barrio, y efectivos de la Comisaría Segunda que se encontraban en el Hospital impidieron que una parte de la familia vea el cuerpo de Fabián y la reprimieron violentamente. Los familiares no contaron con ningún tipo de asistencia. Una madre sin recursos tuvo que remover cielo y tierra para traer a Tandil el cuerpo de su hijo y poder despedirse de él".

Finalmente, a través del texto, el entorno afectivo de la víctima lanzó: "Fabián era un joven de la ciudad lleno de sueños y con un camino por recorrer. No olvidaremos su nombre. Esto ocurrió en Tandil, como sociedad no podemos hacer la vista hacia otro lado porque los culpables de esta injusta muerte residen hoy en nuestra ciudad como autoridades, sumando a Fabián a su larga lista de responsabilidades incumplidas, llevándose otra vida por su negligencia, apatía, desinterés y total abandono hacia una gran parte de nuestra ciudad, el otro Tandil, los olvidados de siempre, los humildes. A Fabián lo mataron la indiferencia, la apatía y la desigualdad".