America's Got Talent. Los padres de un sueño americano

Hace pocos días conocimos la historia de Carlos de Antonis, el tandilense de 53 años, que es tenor y hasta hace poco tiempo manejaba un taxi en Los Ángeles (Estados Unidos) para ganarse la vida. Su presentación en el famoso reality "America's Got Talent" lo catapultó al reconocimiento mundial y a un rápido contrato con una importante productora que manejará su carrera.

En Tandil siguen su tranquila vida cotidiana su padres Rubén y Brígida, que nos reciben en su hogar de siempre de San Lorenzo y pasaje Balcarce, el mismo donde Carlos vivió su infancia y adolescencia, hasta echar alas con su talento y sus ilusiones a cuestas.

Rubén de Antonis, el padre del cantante, recordó que su hijo canta desde muy chico "y cuando estaba en la universidad, acá en Tandil, entró en el coro universitario y (Bernardo) Moroder, que era el director, lo indujo a cantar a Buenos Aires porque tenía muy buena voz".

Ya en Buenos Aires, Carlos ingresó en el coro de la Universidad de Belgrano, luego se incorporó al coro del Teatro Colón y posteriormente se presentó al casting del espectáculo de Pepe Cibrián, donde quedó como coprotagonista. Y finalmente, fue el protagonista de El Jorobado de Paris en sus dos versiones.

Brígida Martínez, la mama de Carlos, toma la palabra y lo primero que exterioriza es el orgullo por su hijo: "ay, a mí me encanta como canta, a él le gusta mucho eso y además es muy alegre, muy chistoso".

Brígida agrega que Rubén llegó, gracias al canto, a destinos como Alemania, Francia, Milán, Los Angeles y por supuesto a recorrer nuestro país de punta a punta.

Después vino la historia conocida hace pocos días, cuando la participación en America's Got Talent lo catapultó nuevamente al reconocimiento del público argentino y de gran parte de mundo. Antes había pasado el fatídico accidente de tránsito que casi lo deja lisiado y lo obligó a una larga recuperación y su posterior trabajo como taxista para ganarse la vida en las calles de Miami.

"Cuando tuvo el accidente -cuenta Brígida- estaba en el Hospital y conoció a un señor que después que se recuperó un poco lo contactó con una empresa que necesitaba un taxista, y él iba en el taxi cantando y eso lo ayudaba también".

Obviamente, el taxi es historia pasada ya que Carlos, según cuentan sus padres, desde el 2007 hasta hace pocos meses estuvo viviendo en Los Angeles, ahora se mudó a Miami y siempre dando vueltas por varios destinos llevando su arte. "Esta audición fue en California, hace poco estuvo en Venezuela, en Dinamarca y también hizo varias giras por el Caribe", cuenta Rubén.

"Nadie es profeta en su tierra", sentencia el padre de Carlos de Antonis cuando recuerda aquellas actuaciones de su hijo en la Peña El Cielito o en el Salón Blanco del Municipio, sin que provocara grandes ovaciones. Hace 8 años que Carlos no pisa suelo tandilense. Y, por las repercusiones de su reciente presentación en uno de los programa más vistos del planeta, lo más probable es que su presencia por estas tierras solo sea posible a través de la brillante pantalla del televisor.