Sociedad. Le tiraron un petardo encendido en la cuna donde estaba su bebé

Luciana Bianchini fue la protagonista de una historia que podría haber terminado en tragedia. Había acostado a su bebé en la cuna dejando la ventana abierta para que se refrescara la habitación. Cuando iba por el pasillo en dirección al baño, vio un reflejo luminoso en la pieza del pequeño. Volvió. A medida que se acercaba a la cuna escuchaba el sonido de la mecha consumiéndose y el olor inconfundible de la pólvora. Le había arrojado por la ventana, voluntaria o involuntariamente, un petardo en la camita de su hijo.

"Todavía no salgo de mi asombro", escribió en las redes. "Me pregunto, en qué cabeza cabe hacer semejante chiste, broma, travesura o lamentable acción". "Siento la necesidad de contar lo que nos pasó anoche con Vicente y que piensen un poco la próxima vez antes de utilizar pirotecnia", añadió.

Y cuenta el detalle de lo sucedido. "Siendo la 1.08am Vicente ya estaba en su cuna, yo ya me estaba yendo a dormir y había empezado a cerrar las ventanas, pensé: dejo abierta un ratito mas la de la habitación mientras me lavo los dientes así se refresca. Mientras estoy pasando por el pasillo para ir al baño veo colar una luz, siento un golpe, pshhhhhhhhh, olor y humo....entro rápido, miro hacia donde tenía enchufado el celular pensando que se estaba prendiendo fuego, en eso veo la luz adentro de la cuna y asocio el olor: pólvora. No entendía nada. El pshhhh seguía sonando... me agacho rápidamente para sacar a Vicente de la cuna y ¡Pafffffff! Desde ese momento no escuché ni vi más nada".

Luciana había logrado sacar al pequeño de la cuna antes de que el explosivo reventase en mil pedazos. Ella quedo ensordecida. Al pequeño podría haberle pasado lo mismo. Lo único que hubo que lamentar fue una manta chamuscada.

"Grité pidiendo ayuda en el edificio. Corrí para lo de mi vecina, 'Santa' Fernanda que me abrió la puerta exaltada. Le puse a Vicente en sus brazos y le pedí que se fije si estaba bien, yo no podía escuchar, no veía bien".

"Podría haber causado mucho, muchísimo daño", reflexiona luego. "Las posibilidades son muchas... podría haberle quemado la cara a Vicente, o la pierna o prender fuego el colchón o si yo no hubiese pasado por ahí, le explotaba encima. Gracias a Dios nada de eso pasó, solo resta hacernos unos chequeos de oídos la semana que viene", añade.