Testimonio. "Le dijeron: 'Abuelo, estoy en el banco, ¿vos cuánta plata tenés?'"

En las últimas horas, un audio se viralizó a través de WhatsApp. Es el relato de una mujer que cuenta cómo sus padres fueron víctimas del "cuento del tío": en una llamada telefónica, un desconocido se hizo pasar por su nieto para sacarles dinero. Como el delito no llegó a concretarse, la Policía no pudo actuar, pero le recomendó dar a conocer el caso para ayudar a prevenir.

La voz de ese audio es de Valeria, quien este viernes decidió dar su testimonio a Radio Tandil. "Ayer al mediodía, mi papá recibió un llamado de un varón que le dijo: 'Hola, abuelo'. Él creyó reconocer a uno de mis hijos y al saludarlo, lo nombró". Con ese descuido, el interlocutor advirtió que su víctima había caído en la trampa. Y así comenzó la historia.

El joven empezó a darle charla sobre distintos temas. De pronto, el hombre notó en él una voz rara, como disfónica, y le preguntó: "¿Qué te pasa?" El chico le dijo que tenía anginas, y la respuesta derivó en una serie de consejos de su abuelo -como no jugar al fútbol de noche- que de a poco revelaron datos de la vida de su verdadero nieto. La conversación ya llevaba varios minutos.

"En un momento, le preguntó: '¿Está la abuela?' Papá le pasó. Y a ella le dijo: 'Estoy con mamá en el banco, porque mañana se vence el plazo para cambiar los billetes'. Como le dio de nuevo el teléfono a papá, a él directamente le preguntó si había pesos o dólares en la casa", contó Valeria.

Crédula, la mujer empezó a buscar todo el efectivo que tenían, mientras el abuelo seguía conversando con su supuesto nieto. "Entonces llegó mi hermana y los vio juntando plata. Como no le dijeron qué pasaba pero sí que mi hijo estaba en el teléfono, mi hermana me llamó. Cuando me comentó lo del banco, le dije que desde hace años no voy a esa sucursal y que el nene a esa hora estaba en el colegio".

Rápida de reflejos, la hermana tomó el teléfono. Para su sorpresa, la voz que escuchó era similar a la de su sobrino. Sin darle demasiado tiempo, le pidió que le pasara con su madre, algo que nunca ocurrió. "Ella se dio cuenta y colgó. Pero cuando quiso llamar a la Policía no pudo porque ellos no liberaban la línea, así que tuvo que hacerlo desde su celular", relató Valeria.

Minutos después, la mujer llevó a sus padres a la Comisaría Segunda para radicar la denuncia. "Ahí se encontraron con mi tío, que también había sido víctima". Horas después, supieron que una vecina había sufrido el mismo episodio pocos días atrás. "La Policía nos atendió bien y rápido. Les preguntaron a ellos si habían dado algún nombre y si podrían reconocer la voz que habían escuchado".

Lo cierto es que no había mucho por hacer: si el delito no se consuma, no existe posibilidad de intervención. De ahí la preocupación de Valeria: "Nos alarma que sepan que es gente grande que vive sola. La Policía nos dijo que puede ser que llamen desde la cárcel pero que tienen inteligencia afuera trabajando y eso nos atemoriza".

Por ahora, las soluciones aparecen como posibilidades inciertas. "La verdad, queremos que se muden", reconoció. Lo cierto es que de la comisaría se llevó una advertencia: "Nos dijeron que reúnen información a través de las redes sociales, por las fotos que se etiquetan con los nombres. Usan eso para hacer estos llamados".