Deportes. Justo y necesario

Justo por lo producido futbolísticamente anoche en el San Martín. Justo también el momento en que a Ramón Santamarina -después de un empate y una derrota- le llega a la posibilidad de vencer a un oponente que también pelea en la zona baja de la tabla. Y necesario, justamente por esto, porque hay seis o siete equipos dentro de los cuales está el tandilense que necesitan imperiosamente sumar para salir de la incómoda zona de los amenazados por perder la categoría.

Santamarina tuvo un inicio soñado porque a tan solo cinco minutos de comenzado el encuentro hubo una corrida por derecha de Valentín Depietri que alargó para la llegada de Michel y que terminó en un centro bajado por Telechea -con mucha calidad- para que Matías Kabalín -que acompañaba como mediocampista ofensivo- sometiera a Emanuel Trípodi con un disparo de zurda y ponía tempraneramente en ganancia al equipo de nuestra ciudad.

Luego, como una reacción lógica, la visita intentó llevarse por delante a Santamarina, a veces con más fuerza que fútbol, intentando llegar al empate. Juan Cruz González, que exhibió mucha movilidad y además una buena pegada, a veces por parte de Lucas Perdomo, empujando del medio de la cancha hacia arriba a los jugadores visitantes, intentaban sin éxito llegar a Papaleo. La gran mayoría de las llegadas que tuvo el equipo visitante fue más por errores conceptuales del equipo de Pablo Ricchetti que por mérito propio. Y en uno de esos errores nace lo que sería el gol del empate, porque ya Chacarita había explotado las espaldas de Adrián Scifo, en la derecha de la zona defensiva de Santamarina como medio de llegada para conseguir el gol y no fue la excepción. Mariano González intentó habilitar el cuatro de Ramón Santamarina que se proyectaba cuando fue cortado el pase por un jugador visitante y la contra rápida terminó del lado opuesto con un remate de Juan Cruz González -el capitán del equipo funebrero- para someter a un Papaleo que a pesar de la estirada no podía evitar la conquista que ponía las cosas como al principio.

Santamarina, a partir de allí, no encontró de inmediato una respuesta ni el vuelo futbolístico que lo había llevado a ponerse en ganancia y hasta cometió algunos errores e imprecisiones en salidas de jugadas que por poco no le costaron un dolor de cabeza. Una vez Jara entregando corto a Papaleo; otra vez Iturra que se resbaló de frente a su arco y propició una jugada de tiro libre en el borde del área a favor de Chacarita. Fueron algunas de las muestras de un equipo aurinegro que si bien tenía en Valentín Depietri, Matías Kabalín y también en Martín Michel exponentes de un muy buen juego también sufría en defensa porque quienes tenían que trasladar la pelota no eran precisamente los defensores sino los mediocampistas. Así y todo otra vez Depietri, participando con Martín Michel, dio un preciso pelotazo que encontró a Telechea dentro del área, con control preciso, una leve apertura para dejar sin chance a Emanuel Trípodi y la pelota que se mete en el arco después de un fortísimo disparo del delantero aurinegro que lo festejó como loco porque como todo goleador necesita de las conversiones para sobrevivir en este fútbol competitivo y hacía rato que no se le daba al "animal del gol" cómo lo ha bautizado Juan Ignacio Casero.

Se fue el primer tiempo con Santamarina en ventaja y el segundo tuvo otra vez el equipo tandilense como protagonista, sobre todo cada vez que tomó contacto con la pelota Valentín Depietri, cada vez que participó de juego Matías Kabalín y Martín Michel. Se encontraron de tres cuartos de cancha en adelante estos jugadores más, Fernando Telechea, y en más de una oportunidad llegaron con cierto peligro sobre el arco de Chacarita.

Chacarita solo mostró dominio territorial y remate de larga distancia que ni siquiera inquietó a Papaleo. Santamarina, en algún momento del partido, se replegó, un poco para conservar el resultado y otro poco porque Chacarita -justamente en la búsqueda del empate- lo obligaba a retroceder. Además porque el técnico del equipo tandilense mandó a la cancha a un volante defensivo y a un defensor y sacó a un volante más bien adelantado y a un delantero. Esto puso a Santamarina más cerca del Papaleo. Hizo estos cambios para asegurar el resultado pero surtieron un efecto territorio adverso porque retrocede el equipo aurinegro contra su propio arquero y genera el incentivo en el rival de poder llegar a la conquista del empate que por fortuna no llegó.

Santamarina se llevó un gran triunfo en la noche del San Martín ante un rival importante, un triunfo que le permite tomar aire de cara al encuentro que viene que será en Adrogué frente a Brown que también disputa la zona baja de la tabla y tiene la misma cantidad de puntos que el aurinegro.

Matías Kabalín y Martín Michel son los dos que volvieron de las lesiones y fueron de los puntos más altos del aurinegro en una noche en la que el estadio se vio colmado de espectadores, de gente que por fin entiende que no siempre se plantea la posibilidad de disfrutar de la segunda categoría del fútbol argentino en su propia casa. Además, anoche hubo una extra: la presencia del intendente municipal, Miguel Ángel Lunghi, que seguramente entre los íntimos oirá que también tuvo parte en este triunfo dinero.