Inseguridad. Estens: "Antes dejábamos todo abierto, hoy le pedimos al turista que cierre"

Un fuerte testimonio sobre la situación de inseguridad en Tandil fue expuesto en Radio Tandil por Cristian Estens, empresario turístico local, quien denunció una creciente ola de robos, la falta de respuestas efectivas por parte del sistema judicial y policial, y la profunda preocupación que atraviesa a todo un barrio.

Según relató, los hechos delictivos no son aislados ni recientes. "Fueron cuatro robos consumados y más de seis o siete intentos en un par de años. No los minimizo: fueron robos grandes y muy violentos", afirmó.

Uno de los episodios más graves involucró a turistas alojados en su complejo. "En un caso a un turista le rompieron totalmente la ventana, ingresaron creyendo que eran policías. Fue muy violento. Se denunció, hubo intervención, pero todavía está inconcluso", detalló.

Inseguridad extendida en todo el barrio

Estens remarcó que la problemática excede ampliamente su emprendimiento y afecta a toda la zona. "Ya no hablo solo de mi complejo, hablo del barrio. Todos los vecinos estamos unidos y sabemos que no somos casos aislados", sostuvo.

Incluso aportó datos concretos sobre la frecuencia de los delitos: "Estamos sufriendo entre uno y dos robos por noche en un radio de menos de tres kilómetros. Esto es estadístico, no es una percepción".

En ese sentido, advirtió: "Si esto no alcanza para mostrar la gravedad, entonces tenemos un problema no solo policial, sino judicial".

Críticas a las respuestas institucionales

Si bien aclaró que no responsabiliza únicamente a la policía, cuestionó la falta de soluciones de fondo. "No se trata de echarle la culpa solo a la policía. En el último hecho hubo presencia y movimiento, pero no alcanza", expresó.

Y agregó: "La inseguridad creció de forma abrumante y las capacidades para resolver los problemas son las mismas de hace 20 años".

Vecinos organizados y situaciones límite

Ante este escenario, los vecinos comenzaron a organizarse. "Con José Aranda tenemos una comunicación muy estrecha. Trabajamos para cuidarnos nosotros y a todo el barrio", explicó. El empresario reconoció que la situación llevó a momentos extremos.

"José Aranda fue quien me frenó para no cometer una locura", reveló, al recordar un episodio en el que estuvo a punto de disparar. "En una de las situaciones tuve la posibilidad de haber disparado. Gracias a su intervención me controlé", contó, y alertó sobre un fenómeno preocupante: "Es impresionante la cantidad de gente del barrio que está comprando armas y tramitando legítimo usuario".

El último robo y una reflexión profunda

Al relatar el hecho más reciente, fue contundente: "Me avisaron si yo estaba moviendo electrodomésticos. Ahí me di cuenta de que me estaban robando". "Lo vi con el microondas en la mano. No había ninguna duda", agregó.

Sobre el uso de armas, dejó una reflexión: "Cuando empuñás un arma pasan muchas cosas en tu cabeza. No es solo el momento, hay un después". "La bronca y la impotencia te llevan a decir 'si lo agarro lo mato', pero después viene todo lo que eso implica".

Impacto en el turismo y pérdida de tranquilidad

Estens también habló del daño que la inseguridad genera en la actividad turística. "Me afecta turísticamente, pero me preocupa más perder la tranquilidad en mi propia vivienda", señaló.

Y marcó un antes y un después en la vida cotidiana del barrio: "Antes le decíamos al turista que deje todo abierto. Hoy eso desapareció". "Hoy somos sinceros: les decimos que cierren, que es un lugar lindo y tranquilo, pero con problemas de seguridad".

Un reclamo que busca visibilización

Finalmente, el empresario insistió en que su testimonio representa a muchos vecinos. "Esto no es solo lo mío, es un barrio entero que perdió la tranquilidad", afirmó.

Y cerró con un pedido claro: "Esto se tiene que dar a conocer, no se puede tapar más. Es la única forma de recibir apoyo".