Travesía. Arriban a Tandil los primos que recorrieron África en bicicleta

Pasaron 17 meses desde el momento en que Iñaki Rossi (28) y Manuel Fernández Rosso (30) resolvieron dejar todo. Literalmente. Iñaki abandonó su cargo de docente en el Colegio San Ignacio de Tandil. Manuel se desprendió de sus ocupaciones en Nueva York, donde vivió durante los últimos años. Un objetivo en común los impulsó a alejarse de algo tan abrumador como seguro, la cotidianidad: estos dos primos tandilenses habían decidido explorar tierras desconocidas, descubrir ese mundo que las obligaciones del trabajo reservan sólo para el tiempo de las vacaciones.

Así, fijaron punto de encuentro en Alaska. Desde allí, con los pasajes en mano, volaron rumbo a Bélgica. Fue ése el puntapié inicial de un viaje que los mantuvo un año y medio lejos de casa y de los afectos, pero más cerca de sus deseos.

"En Bélgica nos compramos dos bicicletas y, sin experiencia ni entrenamiento ni mucha idea, arrancamos hacia el sur", contó Iñaki en una de las tantas entrevistas que vía WhatsApp dio desde tierras lejanas. Pedaleando atravesaron España hasta llegar a las costas del Mediterráneo. Lanzados a la aventura, tomaron la decisión más arriesgada y fascinante: cruzar a África.

Con apenas una carpa y dos bolsas de dormir, dejaron atrás el invierno ibérico para arribar al verano marroquí. "Llegamos para el Ramadán, y eso fue muy imponente porque cada cuatro horas escuchábamos los llamados a rezar". Solos, en un continente desconocido por sus costumbres y su geografía, improvisaron todo tipo de alternativas para pasar los días. "Descubrimos que el mejor sitio para instalarnos era al lado de las mezquitas, porque teníamos agua, la gente nos trataba bien y había seguridad".

Sin embargo, en cada ciudad pasaron poco tiempo. Deseosos de no volver a caer en la rutina, a poco de llegar a un lugar levantaban campamento y seguían su recorrido. Inquietos, ansiosos por conocer, atravesaron así una veintena de países en la región más olvidada del mundo. "La adrenalina que te genera lo desconocido te motiva a seguir", aseguró Iñaki, en un intento por explicar lo que, a la distancia, en la comodidad de los días que se suceden seguros, resulta difícil de entender. "Tenés una ruta armada pero los días se van improvisando".

A principios de este mes, Iñaki y Manuel llegaron a Sudáfrica, el punto final en su hoja de ruta. Habían recorrido 20 mil kilómetros movidos por su objetivo de "ver el mundo despacio, con nuestros propios ojos y a fuerza de nuestras piernas", como escribieron en "Dibujando a pedal", el perfil de Facebook donde documentaron toda esta experiencia. Este viernes, tomaron un vuelo rumbo a Ezeiza. Hoy sábado regresan a Tandil. Los esperan varios días de visitas y relatos. Y una charla gratuita que brindarán el viernes en el Salón Blanco de la Municipalidad.

Cuando la adrenalina del regreso disminuya, sabrán cómo adaptarse nuevamente a las ocupaciones y a los horarios. O tal vez, se pondrán a pensar en el próximo punto de partida.