Policiales. A dos años del asesinado de Jorge, su madre quiere saber por qué lo mataron

Este miércoles se cumplen dos años del asesinato de Jorge Bustamante, el joven cuyo paradero fue un misterio durante 5 días y apareció muerto en un arroyo de la zona. También se cumplen dos años desde que su familia empezó a clamar Justicia.

El caso mostró los costados más escabrosos de un crimen: el objetivo de matar, el plan para hacerlo y también la estrategia para no pagar la responsabilidad. Hubo un intento de inculpación fallido y finalmente, la detención de dos jóvenes acusados de matar a golpes a Jorge y arrojarlo desde un puente rural.

Claudia Villalba es la mamá de Jorge y asegura que "estos dos años pasaron como si estuviera en un cristal".

"No puedo creer lo que hicieron con Jorge. Voy a verlo todos los días. Voy con mucha ansiedad, porque voy a verlo, pero no voy a verlo. Recién ahora, y gracias a la psicología, puedo salir de esto o pensar de distinta manera. No le encuentro justificación a todo. Estuve encerrada dos años, solo yendo a trabajar. Recién hace unos meses decidí salir, empezar a caminar y despejar un poco la mente. Empecé tomando medicación pero la abandoné porque ese día que me llamó Jorgito a la mañana yo tomaba pastillas para dormir y no sentí el celular", contó en RadioTandil.

"Ese día me desperté a las 7 y tenía su llamada perdida. Lo llamé más tarde para no molestar tan temprano pero nunca contestó. Agustín me dijo que Jorgito tenía que ir al banco, así que lo dejé pasar. Al mediodía me llama el papá y me dice que Jorge no fue a dormir. Llegué a casa y empecé a buscarlo entre sus amigos y mi familia. De ahí fui a la comisaría a hacer la denuncia. Me llegó un whatsapp diciendo que habían encontrado sus cosas. Nos llevó una policía y ahí vimos el auto de Jorge", añadió.

¿Por qué lo mataron? ¿Por qué lo mataron así? "Ojalá lo supiera. Nos preguntamos todos los días lo mismo. Lo hablamos todos los días con el papá. Con la única persona que podés hablar esto es con quien engendraste a tu hijo, es una conexión así", trata de explicar Claudia.

"Ahora estamos esperando el juicio, que por la pandemia se postergó. Otra cosa más que hay que esperar. Lo único que quiero es saber la verdad ¿pero que se puede esperar de estos tipos? Se tomaron una semana de vacaciones, sabiendo donde estaba Jorge".

Villalba recuerda uno de los hechos que sorprendió a poco de conocido el crimen: sus asesinos se fueron a Mar del Plata un día después de darle muerte. Se fueron una semana "de vacaciones" y allí pensaron cómo inculpar a una tercera persona que nada tenía que ver con el caso.

Y de hecho, casi lo logran. Cámara de video que apuntaban continuamente a la casa del falso imputado revelaron que estaba en su casa a la hora del crimen. Y que muy temprano había salido para el trabajo. Esta "venganza" que todavía debe dilucidarse fue planificada por los asesinos durante su estadía en Mar del Plata, en compañía de un abogado de Tandil.

"No me voy a cansar. Yo nunca más voy a ver a mi hijo, pero estas personas no van a volver a ver el sol, así tenga que trabajar hasta el último día de mi vida. Cada cosa que pidan, voy a estar atrás de ellos. Lo único que espero es que la Justicia sea justa. Jorge era un chico estudioso, trabajaba y no tenía maldad con nadie. Ningún ser humano se merece lo que le hicieron a Jorge", dijo su madre.

"Acá no existe la cadena perpetua. Estos chicos van a querer salir a los ocho años por buena conducta, porque estudiaron, porque se casaron o tuvieron hijos. ¿Sabes a cuánto se les van a reducir los años? No. Yo voy a ir por más", advirtió la mujer.

"A veces me pongo a pensar lo inteligentes que fueron estos pibes ¿no? ¿Fueron dos nada más? No creo. Cuando pude leer el expediente vi que alguien decía: "Ahora hay que luchar por los vivos, los muertos, muertos están." Tiene razón, voy a luchar por los vivos para que se pudran donde están y los que no están también", continuó.

"No creo que hayan sido ellos dos nomás. Dicen que estaban drogados...¡pero por favor! ¿Drogados pudieron hacer todo lo que hicieron? Tanta viveza tuvieron para ir, venir, prender fuego el auto, llevarlo a Jorge. ¿Tan drogados estaban y se tomaron una semana de vacaciones pensando qué es lo que iba a decir? ¿Pensando en meter a una tercera persona, que es Rámirez? ¿Cómo voy a pensar que están diciendo la verdad? ¿Por qué no dejaron su teléfono? ¿Qué mejor evidencia que su teléfono?", se preguntó.

"Los únicos que saben la verdad sobre Jorge son los que están detenidos y supongo que sus papás. Si esto fuera al revés, con todo el dolor en el alma, en vez de pagar un abogado, usaría la plata para llevarles mercadería el resto de su vida, porque como mamá no los puedo a abandonar pero aceptaría que se tienen que podrir adentro por haber hecho lo que hicieron".

Villalba se pregunta cómo se puede defender lo indefendible. "Ellos deben saber la verdad. Una vez los cité, pero no vinieron. Les di mi dirección. Entiendo que defiendan a sus hijos, pero espero que nos los tapen. Si lo intentan, yo voy a seguir atrás; no me voy a conformar con que estén ocho años, porque esta gente sale y vuelve a matar. No se curan. La gente asesina es asesina, la gente violadora es violadora", aseguró la madre de la víctima.

"No se si la Justicia va a estar a la altura, yo se lo dejo a Dios. Lo único que quiero es saber la verdad. Del doctor Morey no puedo decir nada, porque ha trabajado muy bien. Nada me da consuelo. Lo único que puedo hacer es ir a visitar a Jorge. Así les den 35, o 40 años, yo no tengo consuelo, porque estos pibes todavía respiran, comen y viven la vida. A esta gente no le importa nada", declaró.