Entrevista en Radio Tandil . Fabio Molinero: diagnóstico y desafíos del sistema penal en Tandil

Un repaso por su gestión frente a las causas de drogas

Al ser consultado sobre su paso por la fiscalía de estupefacientes, Molinero recordó con estima la red de trabajo que intentó consolidar en su momento con actores como Lucio Angeloni, el CPA, la ONG Vientos de Libertad y la Universidad Barrial.

"Yo venía con una idea que me nació del trabajo cotidiano: mirar más allá del expediente, mirar el rostro, la historia y el contexto de las personas detenidas. Y empezar a pensar en su recuperación. Acercarnos a enseñar oficios, darles salidas laborales posibles. Incluso propuse que el dinero decomisado en causas se usara para ese fin. Pero no prosperó", lamentó.

Para el fiscal, uno de los mayores déficits es la falta de continuidad en políticas públicas: "Cuando cambia un gobierno, se desarma todo lo anterior. Y la recuperación de personas con consumos problemáticos no puede depender del color político".

Sobre el REPROCANN y el acceso sin control

Molinero también abordó con preocupación lo ocurrido con el sistema REPROCANN, que durante años permitió que miles de personas accedieran a certificados de tenencia de cannabis medicinal sin controles adecuados.

"Se montó un negocio paralelo: médicos que no veían al paciente, cobraban y emitían certificados. Se transformó en una puerta de ingreso para que en muchos domicilios hubiera marihuana con un contenido de THC altísimo. Ahora algo cambió, pero durante tres años fue tierra de nadie", expresó.

El caso del fentanilo y el silencio preocupante

Otro eje clave de la entrevista fue el reciente escándalo por la presencia de fentanilo adulterado o mal gestionado, que provocó muertes en varias ciudades de la provincia.

"Sí, estoy al tanto. Me llegó información que derivé a la Fiscalía. Es gravísimo. Estamos hablando de sustancias que debieran estar estrictamente controladas. Se debería tener trazabilidad exacta: cuántas ampollas se recibieron, a quiénes se suministraron, cuáles fueron desechadas. Pero no parece que eso se haya investigado como corresponde", alertó.

Molinero fue claro: "Hoy un ciudadano que se va a operar tiene derecho a saber que el fentanilo que le van a aplicar no es el que causó muertes. El silencio institucional es inadmisible".

Sistema penal y cárceles: un circuito sin salida

Actualmente, el Dr. Molinero se desempeña en una fiscalía dedicada a delitos carcelarios. Desde ese rol, advierte que la situación es crítica:

"El panorama es desalentador. Hay mucha violencia, mucha lógica de preso, naturalización de las condiciones infrahumanas. No hay contención, ni asistencia. Y así salen, reinciden y vuelven a entrar. El sistema no está pensado para recuperar, solo para castigar".

El fiscal explicó que la reincidencia se vincula directamente con la falta de un plan de reinserción: "No todo detenido debería obtener un beneficio automático. Debería ser una cuestión de mérito. Pero hoy todos salen, y no todos están en condiciones de hacerlo".

La falta de control y el rol de la política

Molinero no ahorró críticas al sistema de control institucional: "Asuntos Internos recibe denuncias sobre policías que cometen delitos y sin embargo siguen en funciones. A mí me tocó detener policías vinculados al narcomenudeo que continuaron trabajando. Si el control no funciona, no hay sistema que aguante".

Y en ese marco, cuestionó la falta de respuesta política ante hechos graves: "Cuando pasa algo como el caso del fentanilo o una agresión grave en un barrio como Villa Gaucho, no alcanza con decir 'no hubo denuncia'. Hay que preguntarse por qué no se denunció, qué hay detrás. Si la pelea fue por drogas, por dinero, por ajustes. La justicia muchas veces se queda en la superficie".

"Hay que volver a poner humanidad"

En uno de los momentos más profundos de la charla, el fiscal planteó una reflexión de fondo: "Estamos mirando los papeles, la letra fría de la ley, pero olvidamos al ser humano. La política perdió humanidad con sus representados, y la justicia también. Hay que volver a ponerle rostro a cada caso. Detrás de un adicto, de un preso, de un estafador, hay una persona que tiene que volver mejor. Porque si no, vuelve peor, y el ciclo se repite".