Entrevista. Manazzoni: "El PRO es uno solo y es el que conduce Mauricio Macri"

-Formalmente ¿qué sucedió el jueves en la dinámica institucional del PRO?

-Correspondía que renováramos autoridades partidarias del PRO en el orden nacional. Se había acordado que Mauricio Macri sería el nuevo presidente del partido, luego se eligieron en las 24 jurisdicciones (23 provincias más CABA) los asambleístas que son quienes representan a los afiliados frente al Consejo Directivo. Y los 220 asambleístas completaron ese proceso de renovación de autoridades en la asamblea, en donde por una amplia mayoría -de más del 85%- eligieron a Martín Yeza, quien fuera intendente de Pinamar y hoy es diputado nacional de nuestro bloque. Con este acto completamos el proceso de renovación que vencía en el año 2024.

-Macri y Yeza ¿qué roles cumplen entonces?

-El presidente del Consejo Directivo es Mauricio Macri y el presidente de la Asamblea es Martín Yeza. Son las dos máximas autoridades del partido.

-¿Por qué era importante presidir la Asamblea? Patricia Bullrich quería este espacio.

-La Asamblea es el órgano soberano que representa a todos los afiliados y decide las plataformas de gobierno y las alianzas electorales al momento de la celebración de las elecciones, por eso es un lugar estratégico. Luego, el presidente del Consejo Directivo es el que tiene a cargo la administración del partido, también la relación con las provincias, los afiliados, las autoridades provinciales y con los bloques parlamentarios; es decir, es quien lleva la diaria.

-Hubo gritos, cantos, acusaciones por parte de la gente de Bullrich...

-Siempre, en las asambleas partidarias -o por lo menos en general- hay debate porque en los partidos políticos hay personas que comparten ideales pero que también a veces tienen lecturas diferenciadas de la realidad. Entonces se genera debate. Y bueno, antes de ayer lo respecto de las autoridades que se iban a designar para la asamblea. El sector más identificado con la Ministra de Seguridad pretendía que fuera Patricia Bullrich la presidenta de la asamblea. Hay que recordar que ella viene de tener su propio partido que se llamaba UPL, un partido de la Capital Federal, sobre todo, que después se incorporó al PRO en el gobierno de Mauricio Macri, pasó a ser afiliada y después autoridad. Lo cierto es que en esta última votación se encontró en una posición minoritaria.

-¿Qué dos posturas se pusieron en debate?

-Sabemos desde que desde que Patricia Bullrich se incorporó al Gobierno -y lo hizo a título personal- ella tenía una postura de fusionar el PRO con el partido que gobierna hoy la Argentina (LLA). En cambio, la postura mayoritaria del PRO es que el PRO es un partido autónomo que tiene su propia historia y su propia identidad. Esa fue la posición de Yeza y del ingeniero Mauricio Macri. Y del 85% de los asambleístas. Lo que debe quedar claro es que el PRO no es gobierno. No es oficialismo, más allá de haber acompañado al Gobierno en la aprobación de alguna ley que haya necesitado. Finalmente, el Radicalismo, salvo Lousteau, los bloques radicales del Senado y de la Cámara de Diputados votaron la Ley Base y eso no los convierte en oficialistas ni en parte del Gobierno. Luis Petri es afiliado radical, es Ministro de Defensa y sin embargo nadie duda de que el Radicalismo no es parte del gobierno. Bueno, nosotros igual, no somos parte del Gobierno. Eso no significa que no entendamos la responsabilidad que tiene nuestro partido. Un partido que tiene un bloque de los más grandes en el Congreso Nacional, en las dos cámaras. Entendemos que, si el Gobierno fue elegido con una amplia mayoría, con claridad en sus propuestas, y necesita ciertas leyes para llevar adelante esas propuestas que los argentinos convalidaron con su voto, bueno, no se puede obstruir su desempeño. Esa fue la postura que sostuvo el PRO en el tratamiento de la Ley Bases, pero una cosa es votar las leyes que precisa el Gobierno y otra cosa es ser parte. Esas eran las dos posturas.

-Pareciera que el PRO acuerda con los objetivos del Gobierno de Milei, el norte que ha marcado, pero difiere en los ritmos y las formas.

-Estamos de acuerdo en que la Argentina necesita estabilidad política y estabilidad económica, después de muchos años con muchos vaivenes en estos dos ámbitos, pero también estabilidad en la convivencia social. Argentina necesita estabilizarse. En el orden económico, es necesario ordenar, reducir el déficit fiscal y avanzar con ciertas desregulaciones. Por otro lado, el ritmo, lo tiene que regular el Gobierno porque para eso es Gobierno y para eso fue electo. Después, el resto de los partidos políticos que no somos parte del oficialismo, daremos nuestra mirada y nuestro voto por sí o por no en los órganos parlamentarios o legislativos a lo que proponga el Gobierno. Quién no quiere que la Argentina se desarrolle, que salga adelante, que derrote al narcotráfico, que derrote a la inflación y que la Argentina crezca con trabajo, salud, empleo y educación de calidad. Pero el Gobierno es quien tiene que llevar adelante las políticas para lograr esos objetivos y los partidos políticos, con responsabilidad, dar el debate.

-¿Se rompen los bloques?

-Las voces más disidentes que se escucharon antes de ayer, más allá de la elevación del tono de voz y de los cánticos, han prometido que no van a romper los bloques. Nosotros tenemos un bloque muy importante en la Cámara de Diputados, en el Senado, pero también en el ámbito de la Provincia de Buenos Aires, en los consejos deliberantes, en la ciudad autónoma de Buenos Aires. Acá, lo que debe primar, más que la pelea de los políticos, es la voluntad de que la Argentina pueda encontrar solución a sus problemas. A veces es fácil romper un bloque, pelearse y no hacerse cargo de la responsabilidad que uno tiene. De todas formas, insisto, las voces más disidentes han prometido que no romperán el bloque. Y realmente si eso ocurre, la Argentina va a seguir adelante y el Congreso seguirá funcionando como funciona.

-Apenas terminada la Asamblea, Bullrich acusó al Macrismo de haber usado el aparato en su contra. Usó la palabra "aparato".

-Sí, pero creo que es un poco contradictoria la apreciación porque el aparato, en general, lo tiene el Gobierno, quién gobierna. Y quién es ministra del Gobierno es ella. Nosotros no tenemos aparato. El partido tiene asambleístas que viajaron por su propia cuenta a la ciudad de Buenos Aires, pagando su pasaje o manejando, y si tenían que dormir una noche en un hotel, haciéndose cargo. Así que no. Me parece que no es correcta la apreciación. El PRO es un partido que tiene una fuerte vinculación con el actual presidente del partido, que es Mauricio Macri, y que ha querido refrendar esa postura y ese liderazgo. La que se anotó para ser funcionaria del Gobierno fue Patricia Bullrich.

-¿Qué va a pasar en Tandil a partir de esta situación de conmoción interna?

-El PRO es uno solo. Es el que conduce Mauricio Macri, el que tiene una asamblea que conduce Martín Yeza y el que conduce en la provincia de Buenos Aires Cristian Ritondo. En Tandil pasará lo que pasa en todos los lugares. Todos tendrán voz y voto en la vida partidaria, pero con la responsabilidad y el mandato de estar cerca de los vecinos.

Por su parte, nosotros deberemos tener la capacidad de escuchar a todos dentro de nuestro partido y afuera también. En lo que a mí me toca, en Tandil, no solo desde el Concejo Deliberante, sino también en lo partidario, siempre he tenido la postura de apertura articular con otros espacios. Pienso puntualmente en el Ateneo Tandil que conduce Marco Nicolini o en expresiones liberales. Nosotros, en nuestra lista en el 2023, llevamos a Martín Loitegui, representante de una de las expresiones liberales. Hemos ido también con el MID.

-¿Se mantienen esos vínculos?

-Sí, claro. Nos sobran ejemplos de cómo hemos tenido y tenemos voluntad de articular con otros espacios y eso implica que tenés que tener una mirada comprensiva y abarcadora hacia adentro del propio partido ¿no? Con lo cual yo creo que vamos a seguir trabajando en el mismo rumbo.

-En vista de lo que pasó ayer en el PRO y los movimientos que también hay en el Radicalismo ¿se viene un "Juntos 2.0" una renovación y relanzamiento de la alianza?

-Yo creo que es una posibilidad. Lo cierto es que no podemos enfrentar atomizados la elección del año que viene, sobre todo por la situación crítica que tiene la Argentina. Tenemos que facilitar la elección a los electores y no ofrecerles 25 opciones. Tenemos que ayudar a aclarar la posibilidad de elegir un rumbo. Y nosotros con el Radicalismo, con la Coalición Cívica, con sectores del peronismo no kirchnerista, desde hace muchos años, venimos articulando muy bien y el ejemplo fue la alianza Cambiemos, el ejemplo fue Juntos por el Cambio, también en otras experiencias provinciales. Con el Radicalismo, salvo casos puntuales, hemos tenido muy buena performance en muchísimos municipios. Intendentes radicales articulan mucho con el PRO e intendentes del pro articulan mucho con el Radicalismo.

-Acá en Tandil se ha dado un caso raro donde el Radicalismo nunca quiso acordar con el PRO.

-Bueno, eso es relativo porque cuando Mauricio Macri fue a las elecciones bien que firmaron la lista y no presentaron un candidato propio.